Residir cerca de bares aumenta posibilidad de problemas cardíacos

Tiempo de lectura: 2 minutos Tras hacer un seguimiento de datos entre 2010 y 2021, documentaron casi 13.000 casos de insuficiencia cardíaca y demostraron que cuanto más cerca vivían las personas de bares y restaurantes, mayor era el riesgo.
Vivir cerca de pubs, bares y restaurantes de comida rápida aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, según un estudio publicado en Circulation Heart Failure, la revista de la Asociación Americana del Corazón.
Es el primer estudio que analiza la relación entre establecimientos poco saludables e insuficiencia cardíaca porque hasta ahora «la mayoría de las investigaciones sobre nutrición y salud se han centrado en la calidad de los alimentos, sin tener en cuenta el impacto del entorno«, dice el autor principal Lu Qi, de la Universidad Tulane de Nueva Orleans.
El equipo midió la exposición de estas personas a pubs o bares, restaurantes o cafeterías y restaurantes de comida rápida en un radio máximo de 1 kilómetro.
Los participantes tenían una media de 56 años, más de la mitad eran mujeres y el 94% eran de ascendencia blanca europea.
Tras hacer un seguimiento de estas personas entre 2010 y 2021, documentaron casi 13.000 casos de insuficiencia cardíaca y demostraron que cuanto más cerca vivían de estos establecimientos, mayor era el riesgo de insuficiencia.
En concreto, el estudio reveló que los que vivían a menos de un kilómetro de un establecimiento de comida preparada tenían un 16% más de riesgo de sufrir insuficiencia, seguido de los que vivían en el entorno de bares y pubs (14%) y los que vivían cerca de locales de comida rápida, un 12%.
Además, los que vivían a menos de 500 metros de bares y pubs tenían un riesgo un 13% mayor de sufrir insuficiencia cardíaca, mientras que los que vivían más cerca de establecimientos de comida rápida tenían un riesgo un 10% mayor que los que vivían más lejos (a más de 2 kilómetros).
También constataron que el riesgo de insuficiencia era mayor entre las personas sin estudios universitarios y en los adultos que vivían en zonas urbanas sin instalaciones deportivas, como gimnasios.
Fuente: EFE