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Investigadora chilena participó en descubrimiento de nuevas algas en Isla de Pascua

Investigadora chilena participó en descubrimiento de nuevas algas en Isla de Pascua

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Tiempo de lectura: 2 minutos La investigación contó con la participación de la Dra. Liliana Muñoz, investigadora chilena del Núcleo Milenio de Agronomía Marina de Algas (MASH).

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Un equipo científico internacional, con la participación de la investigadora del Núcleo Milenio de Agronomía Marina de Algas (MASH) de Chile, Dra. Liliana Muñoz, reveló el descubrimiento de dos nuevas especies de algas microscópicas marinas y la expansión geográfica de una tercera. El hallazgo, que incluye un alga endémica de Rapa Nui, fue posible gracias a técnicas de «emergencia de propágulos» y análisis genéticos.

Lo anterior dejó en evidencia la riqueza biológica oculta en las aguas de Rapa Nui. En el interior de una cueva submarina de la isla, los científicos lograron aislar un alga parda microscópica que forma pequeños racimos de células capaces de crecer de manera independiente, un rasgo no observado previamente en especies emparentadas del orden Onslowiales.

Para Muñoz, este trabajo trabajo «demuestra lo mucho que aún queda por descubrir bajo el mar y cómo, desde la ciencia, podemos contribuir al conocimiento global sobre biodiversidad marina».

Un tesoro escondido

Uno de los nuevos organismos fue bautizado como «Verosphacela henryi», en honor al ficólogo y autor de la descripción del orden taxonómico Onslowiales, Eric. C. Henry.

Además, la investigación traspasó más allá del Pacífico Sur. En la remota Isla Ascensión, frente a la costa de África, el equipo identificó otra alga con características distintivas. Aunque similar a otras Onslowiales, esta no produjo los distintivos racimos celulares en condiciones de laboratorio. Tras rigurosos análisis moleculares y taxonómicos, se determinó que se trataba de una nueva especie, nombrada «Verosphacela asensii», mismo nombre del influyente taxonómico de la flora latinoamericana, Aldo O. Asensi.

En paralelo, en el Golfo de Corinto (Grecia), el estudio arrojó nuevas luces sobre la distribución de una especie ya conocida. Muestras de sedimento marino, incubadas cuidadosamente en el laboratorio, permitieron la emergencia de propágulos del alga Verosphacela ebrachia

Para confirmar la identidad y novedad de estas especies, los investigadores emplearon técnicas avanzadas, incluyendo la secuenciación de marcadores plastidiales y la construcción de árboles filogenéticos. Estos análisis proporcionaron un robusto soporte para distinguir las nuevas especies dentro del poco conocido grupo de las Onslowiales, algas pardas (Phaeophyceae) microscópicas que a menudo viven como endófitas, es decir, creciendo dentro de otras algas. Su diminuto tamaño y su discreto modo de vida han dificultado su estudio, sugiriendo que su diversidad real está aún, en gran medida, por ser revelada.

La técnica clave empleada, conocida como «emergencia de propágulos» o «germling emergence», consistió en recolectar granos de arena y pequeñas piedras del fondo marino para luego «cultivar» estas algas en laboratorio. Esto permitió a los científicos observar y estudiar organismos que, de otro modo, pasarían desapercibidos.


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