Residuos de salmón serían clave para crear fertilizantes de bajo costo para plantas

Tiempo de lectura: 2 minutos El equipo de investigadores que trabaja en este proyecto espera que los resultados arrojen alternativas para el desarrollo del agro que enfrenta un complejo escenario por el alto costo de fertilizantes y la escasez hídrica.
La acuicultura de salmón en Chile, responsable del 90% de la producción, genera grandes cantidades de lodo (residuo) como subproducto. Por cada tonelada de salmón, se producen 1.400 kilos de residuos, compuestos principalmente por heces y alimento no consumido. Actualmente, estos residuos se deshidratan y se envían a vertederos, representando un desafío ambiental y una pérdida potencial de recursos valiosos.
Frente al panorama de la industria salmonera, un proyecto liderado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Intihuasi busca transformar estos desechos en un fertilizante seguro, económico y eficaz para la agricultura, ofreciendo una solución a la escasez hídrica y al alto costo de los fertilizantes.
De lodo salmonero a nutrientes
El proyecto “Valorización de residuos sólidos de la acuicultura mediante la recuperación de nutrientes y la elaboración de un fertilizante orgánico para la hidroponía y acuaponía circular”, liderado por la científica del INIA Intihuasi, Constanza Jana, busca revertir esta situación, velando por la recuperación de nutrientes esenciales presentes en el lodo de salmón, como nitrógeno y fósforo, para crear un fertilizante orgánico.
«Las empresas de salmón deshidratan estos lodos a altas temperaturas para quitarles toda el agua y, así, poder enviarlos al vertedero, la ley les dice que deben extraerle cerca del 70% del agua. Entonces, entendiendo que estos restos contienen nutrientes, que queremos rescatar como aporte nutricional para plantas en sistemas hidropónicos, comenzamos a trabajar en el proyecto que ya cumple un año», detalló Jana.
La investigación explora dos vías principales para la transformación de los residuos: la mineralización, a cargo de la Universidad Católica del Norte (UCN), y el compostaje, liderado por el INIA. Ambas técnicas buscan obtener un producto final seguro e inocuo.
Una solución a la escasez hídrica
El objetivo final del proyecto es desarrollar un fertilizante de bajo costo que sea una alternativa viable, especialmente para la agricultura familiar campesina, un sector que enfrenta dificultades para acceder a fertilizantes convencionales debido a su precio y a la creciente escasez hídrica que afecta al país.
«Las personas, muchas veces, abandonan su proyecto de hidroponía por el alto costo de los fertilizantes, o por la dificultad de preparar soluciones nutricionales complejas, así es que pensamos que algunos nutrientes como el nitrógeno o el fósforo, que son esenciales y primarios, pueden ser obtenidos de estos residuos y entregárselos a las plantas en formato sólido o líquido», afirmó la investigadora.
Tras un año de investigación, el proyecto, financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), se encuentra en la fase de validación de resultados. Se espera que este innovador fertilizante contribuya a reducir la dependencia de fertilizantes importados y fortalecer la sustentabilidad del sector agrícola chileno.