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Astrónomos descubren el tipo de explosión más energético del universo

Astrónomos descubren el tipo de explosión más energético del universo
EFE.

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 2 minutos Tras analizar los datos obtenidos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), los investigadores identificaron el «transitorio nuclear extremo», el fenómeno cósmico explosivo más energético del que se tiene registro.

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Un equipo de astrónomos identificó un nuevo tipo de fenómeno cósmico, bautizado como «transitorio nuclear extremo» (ENT). Estas explosiones, causadas cuando una estrella masiva se desgarra al acercarse demasiado a un agujero negro supermasivo, liberan una cantidad de energía que desafía todo lo conocido, superando incluso a las supernovas más brillantes.
El estudio, publicado en la revista Science Advances y liderado por investigadores del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái (IfA), reveló que estos eventos alcanzan «brillos casi diez veces superiores a los que vemos normalmente».
A diferencia de otras explosiones estelares, los ENT no solo son increíblemente luminosos, sino que mantienen ese brillo durante años, liberando una cantidad de energía colosal.

Energía que desafía a las supernovas

Para poner en perspectiva la magnitud de un ENT, se puede comparar con una supernova, la explosión que marca el final de la vida de una estrella. Mientras una supernova típica emite en un solo año la misma energía que el Sol producirá en sus 10 mil millones de años de vida, los ENT son mucho más potentes. Según los investigadores, un solo ENT irradia en un año la energía equivalente a 100 soles.
Pero, ¿qué provoca este cataclismo cósmico? El fenómeno se desencadena cuando una estrella muy masiva —al menos tres veces más pesada que el Sol— se acerca peligrosamente a un agujero negro supermasivo, como los que se encuentran en el centro de la mayoría de las galaxias. La inmensa fuerza gravitacional del agujero negro desgarra la estrella en un proceso conocido como evento de perturbación por mareas.
Sin embargo, en el caso de los ENT, la masa de la estrella y las condiciones del entorno provocan una liberación de energía sin precedentes, visible a enormes distancias.

«Los ENT no solo marcan el dramático final de la vida de una estrella masiva. Iluminan los procesos responsables del crecimiento de los mayores agujeros negros del universo», sostuvo el investigador, Jason Hinkle.

El desafío de cazar un ‘faro’ cósmico

Detectar un transitorio nuclear extremo es una hazaña astronómica de primer nivel. Su rareza es asombrosa: se estima que ocurren con una frecuencia al menos 10 millones de veces menor que las supernovas. Esta exclusividad convierte su hallazgo en un verdadero tesoro para la ciencia, ya que cada evento proporciona datos invaluables sobre la física de los agujeros negros y la evolución de las galaxias.
Para este descubrimiento, el equipo de astrónomos analizó una enorme cantidad de datos ya existentes. La clave estuvo en la información recopilada por la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), cuyo objetivo principal era crear el mapa tridimensional más preciso de la Vía Láctea.

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