Investigadores chilenos desarrollan IA que diagnostica la celulitis con mayor precisión
Tiempo de lectura: 2 minutos A través de la tecnología 3D, los investigadores buscan optimizar el diagnóstico de la condición que afecta hasta el 90% de las mujeres.
Un equipo de científicos de la Universidad Andrés Bello (UNAB), en colaboración con una clínica especializada, ha desarrollado un innovador sistema basado en Inteligencia Artificial (IA) para analizar y clasificar la celulitis de manera objetiva.
La tecnología, que combina escáneres 3D, visión computacional e imágenes térmicas, busca superar la subjetividad de los diagnósticos actuales y medir con precisión la efectividad de los tratamientos para esta condición que afecta hasta al 90% de las mujeres.
A pesar de su alta prevalencia, la celulitis ha sido históricamente subestimada y tratada como un problema meramente estético. Sin embargo, su diagnóstico y seguimiento carecen de herramientas estandarizadas. «Uno de los grandes problemas es la subjetividad en el diagnóstico. Para saber si un tratamiento funciona, necesitamos una forma objetiva de medir el progreso», explicó el investigador de Inteligencia Artificial en el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información para la Salud y el Bienestar (ITISB) de la UNAB, David Araya.
Para resolver este desafío, la alianza entre el ITISB-UNAB y la clínica ORA, liderada por la kinesióloga Paloma Sahid, ha creado una solución tecnológica de vanguardia. El sistema utiliza tres fuentes de datos para construir un perfil completo de la condición que no solo trae problemas de salud física, sino también mental. Se trata de escáneres 3D: una plataforma motorizada que captura un modelo tridimensional preciso del contorno corporal del paciente. Esto permite cuantificar con exactitud métricas como la profundidad, base y volumen de las depresiones en la piel (los «hoyitos»).
El proyecto, que se adjudicó un fondo CORFO «Crea y Valida», ya ha recolectado datos de más de 300 pacientes, superando las expectativas iniciales y demostrando el alto interés en encontrar soluciones rigurosas para esta condición.
Una IA con potencial de exportación
Actualmente, el equipo se encuentra en la fase de entrenamiento de un modelo de IA basado en deep learning. El objetivo es que el sistema no solo identifique y clasifique la severidad de la celulitis, sino que lo haga de manera transparente. «Estamos trabajando en una IA explicable, lo que significa que no solo dirá si hay una severidad alta, media o baja, sino que entregará las razones: cuántos hoyitos hay, cuánta profundidad, qué características térmicas presenta», detalló Araya.
Se espera tener el modelo de IA completamente desarrollado para marzo de 2026, para luego empaquetarlo en una aplicación web o móvil de uso clínico. «Queremos que llegue a clínicas, centros de estética y profesionales de la salud, no solo en Chile, sino a nivel internacional. Para eso ya estamos proyectando una patente», señala el investigador.
Esta colaboración entre academia e industria, como destacó la directora del ITiSB-UNAB, Carla Taramasco, es clave para «generar soluciones de base científico-tecnológica que nacen desde la experiencia real con pacientes». El proyecto no solo busca comercializar una tecnología, sino también abrir nuevas líneas de investigación sobre la relación entre celulitis, vascularidad y otras condiciones como el lipedema.
