Tráfico marítimo: La creciente amenaza que aleja al delfín austral de las costas de Chile

Tiempo de lectura: 2 minutos Una nueva investigación internacional revela cómo el intenso tráfico marítimo en el estrecho de Magallanes está alterando el comportamiento del delfín austral, obligándolos a evitar zonas clave durante el día.
El delfín austral (Lagenorhynchus australis) es una especie pequeña y poco estudiada que habita exclusivamente en las aguas costeras del sur de Chile y Argentina. Hasta ahora, su comportamiento y uso del hábitat eran un misterio. Para resolverlo, un equipo científico internacional, con participación chilena a través del Dr. Diego Filún del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), instaló una red de hidrófonos (micrófonos submarinos) en puntos estratégicos del estrecho de Magallanes.
Los resultados del estudio, publicado en la prestigiosa revista PeerJ Life & Environment, fueron reveladores. En la zona cercana a Punta Arenas, un área de alto tráfico marítimo, los registros de delfines disminuyeron drásticamente durante el día. Sin embargo, su actividad acústica aumentaba por la noche, coincidiendo con la detención de las embarcaciones en los muelles. Este patrón sugiere que los delfines evitan activamente el ruido y la presencia de los barcos en movimiento.
«En cambio, en nuestros puntos de control ubicados en el canal Beagle, donde el tránsito de barcos es mucho menor, no hay diferencias entre día y noche. Allí los delfines se mueven libremente a cualquier hora», explica el Dr. Filún. Esta evidencia demuestra una relación directa entre la intensidad del tráfico naval y la alteración de los patrones de comportamiento de esta especie, forzándola a modificar sus rutinas de alimentación y socialización.
IA y micrófonos submarinos: claves para la conservación
Para detectar a los delfines, los investigadores tuvieron que escuchar lo inaudible. Los sonidos que emiten estos cetáceos son de tan alta frecuencia que el oído humano no puede percibirlos. Por ello, el equipo convirtió las grabaciones en espectrogramas (visualizaciones de sonido) y, mediante un algoritmo de inteligencia artificial (IA), creó un «molde» capaz de identificar automáticamente la presencia de la especie.
Esta combinación de monitoreo acústico y visual permitió no solo confirmar la presencia de los delfines, sino también identificar «hotspots» o zonas clave para su supervivencia. «Hemos podido observar que algunos grupos solo transitan por ciertas áreas, como las cercanas a Punta Arenas, mientras que en otros sectores —como el Parque Marino Francisco Coloane, Faro San Isidro o Río Seco— tienden a permanecer por períodos más largos«, señala el estudio.
Esta información es crucial para el futuro. Al identificar las áreas más importantes para la especie, se pueden diseñar estrategias de conservación más efectivas, como la regulación del tráfico marítimo en zonas críticas o la creación de áreas de protección acústica. El estudio concluye con un llamado a la comunidad científica para ampliar este tipo de monitoreo a largo plazo, especialmente en ecosistemas remotos como la Patagonia, que están experimentando cambios acelerados debido a la actividad humana.