Innovador proyecto transforma los plásticos de Juan Fernández en nuevos productos

Tiempo de lectura: 2 minutos Una iniciativa liderada por investigadores de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) desarrolla prototipos de objetos útiles para la comunidad, como señuelos de pesca y abrazaderas, utilizando plástico reciclado directamente desde la isla.
Chile enfrenta una compleja realidad en el manejo de sus residuos: de casi un millón de toneladas de plástico que se consumen anualmente, solo un 8,5% logra ser reciclado, según cifras de Fundación Chile. En territorios aislados como el archipiélago Juan Fernández, esta situación se agrava debido a las dificultades logísticas para transportar y gestionar los desechos, provocando su acumulación y un impacto directo en su frágil ecosistema.
Frente a este escenario, el proyecto de I+D «Juan Fernández Circular», impulsado por la empresa CircularTec y con la participación clave de la Universidad de Santiago (USACH), emerge como una respuesta innovadora. La iniciativa es liderada por el Dr. Alexandre Carbonnel, investigador del Laboratorio de Exploración de Materiales Arquitectónicos Ambientales (LEMAA) de la Facultad de Arquitectura, junto a un equipo multidisciplinario de arquitectos, diseñadores e ingenieros.
«Buscamos dar una respuesta concreta al problema de la acumulación de plásticos en el archipiélago, transformándolos en nuevos productos«, explica el Dr. Carbonnel. El objetivo es aplicar los principios de la economía circular, donde los residuos no se descartan, sino que se reincorporan a la cadena productiva como una nueva materia prima, generando valor local y reduciendo la contaminación.
De tapas de botella a señuelos de pesca
Para pasar de la teoría a la práctica, la primera etapa del proyecto se centró en un exhaustivo levantamiento en terreno. El equipo de CircularTec dimensionó la cantidad y los tipos de plásticos presentes en la isla, además de identificar qué objetos serían de mayor utilidad para la comunidad si se pudieran producir localmente.
Con esta información, los investigadores del laboratorio LEMAA analizaron las propiedades térmicas y químicas de los plásticos más comunes. El resultado fue claro: el polipropileno N°5 (PP), presente en tapas de botellas, bidones y envases de alimentos, era el material más abundante y apto para ser reciclado mediante la tecnología de inyección, un proceso definido en colaboración con la empresa Reciklast.
El trabajo ya ha dado sus primeros frutos tangibles. «Como resultado, desarrollamos dos prototipos: una abrazadera para fijar tuberías a muros y un señuelo de pesca», detalla el Dr. Carbonnel. Estos objetos no solo responden a necesidades locales, sino que demuestran la viabilidad de fabricar productos de calidad a partir de desechos. «Ambos serán producidos utilizando una máquina inyectora mecánica desarrollada por Reciklast, que sería la tecnología que proponemos implementar en Juan Fernández», añade el académico.
Este avance no solo ofrece una solución práctica a un problema ambiental, sino que también abre la puerta a un futuro más sostenible para el archipiélago. «Un manejo eficiente puede disminuir la huella ecológica y posicionar a la comuna de Juan Fernández como un referente en sustentabilidad«, concluye el investigador, subrayando el potencial del proyecto para inspirar iniciativas similares en otros territorios insulares del país.