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Rapa Nui en alerta: Histórico monitoreo confirma sobreexplotación de la langosta Ura y Rarape

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Tiempo de lectura: 2 minutos Un inédito monitoreo biológico pesquero en Rapa Nui confirmó el estado de sobreexplotación de dos especies emblemáticas: la langosta de Rapa Nui (Ura) y la langosta chata (Rarape).

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El primer monitoreo biológico pesquero sistemático realizado en Rapa Nui ha arrojado resultados concluyentes y preocupantes. La langosta de Rapa Nui, Ura (Panulirus pascuensis), y la langosta chata, Rarape (Parribacus perlatus), dos crustáceos de alto valor cultural y alimentario, se encuentran oficialmente en estado de sobreexplotación. La investigación fue una colaboración entre el Centro de Investigación Marina Quintay (CIMARQ) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y el Consejo del Mar de Rapa Nui, marcando un antes y un después en la forma de estudiar los ecosistemas marinos de la isla.

A diferencia de estudios previos, este trabajo se centró en la recolección de datos biológico-pesqueros directamente de las capturas desembarcadas por la pesca artesanal en las caletas de Hanga Roa y Hanga Piko, las más activas de la isla. Esto permitió obtener una «fotografía» real y actualizada del estado de los recursos.

Un monitoreo pionero con sello comunitario

La clave del éxito de esta iniciativa radicó en su enfoque participativo y formativo, incorporando por primera vez a observadores científicos locales en el proceso. «En Rapa Nui se han hecho muchos estudios, pero nunca se había desarrollado un monitoreo biológico pesquero como este», explica la Dra. Claudia Navarrete Taito, investigadora del CIMARQ UNAB y asesora científica del Consejo del Mar.

El equipo científico registró medidas biológicas esenciales como pesos, tallas y estados reproductivos de las especies, información fundamental para evaluar la sostenibilidad de las pesquerías. La colaboración de la comunidad fue un pilar fundamental. «La respuesta de los pescadores fue muy generosa. Colaboraron activamente con sus capturas, permitieron los análisis y compartieron su conocimiento tradicional», añade Navarrete, destacando la apertura de los pescadores al comprender la importancia de estos datos para el futuro de sus propios recursos.

Nuevas medidas de manejo

Los hallazgos de este monitoreo no se quedarán en el papel. Los resultados ya están siendo utilizados para diseñar, en conjunto con el Consejo del Mar y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), nuevas medidas de manejo pesquero. Estas incluyen modificaciones a la normativa vigente para la extracción de la langosta Ura y la creación de una nueva regulación para la langosta Rarape, con un fuerte énfasis en la protección y la sostenibilidad a largo plazo.

A pesar de que Rapa Nui es un Área Marina Protegida de fama internacional, actualmente carece de fondos estatales permanentes para este tipo de monitoreos. Por ello, el proyecto también buscó sentar las bases para un sistema de vigilancia continuo y con base comunitaria. «El gran valor de este proyecto es que no solo obtuvimos una foto del estado actual, sino que sentamos las bases para construir un video en el tiempo, una serie que nos permita entender los ciclos, los cambios y las alertas», subraya la investigadora.

Por su parte, Felipe Nahoe, presidente del Consejo del Mar de Rapa Nui, Koro Nui o Te Vaikava, señaló que el monitoreo fue exitoso para «hacer entender a nuestra gente de Rapa Nui cuál es la necesidad de este trabajo. Es la única forma en que podemos ver en qué estado está nuestra reserva alimenticia en la isla». Esta experiencia espera ser un precedente para la gestión sostenible en otros territorios insulares, asegurando la soberanía alimentaria y cultural de sus comunidades.


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