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Inteligencia Artificial: Científicos crean método que predice olas de calor con días de antelación

Inteligencia Artificial: Científicos crean método que predice olas de calor con días de antelación

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Tiempo de lectura: 2 minutos Este sistema no solo permite emitir alertas tempranas, sino que también cuantifica por primera vez el impacto específico del cambio climático en cada evento extremo antes de que suceda, marcando un hito en la atribución de fenómenos climáticos.

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El aumento en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor a nivel global es una de las consecuencias más palpables del cambio climático. Anticiparse a estos fenómenos es crucial para proteger a la población y gestionar los recursos de manera eficiente. Sin embargo, los métodos tradicionales para atribuir un evento al calentamiento global son lentos y complejos, lo que limita su utilidad en tiempo real.

Con el objetivo de cambiar este paradigma, un equipo de científicos españoles del Instituto de Geociencias (IGEO), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Complutense de Madrid, desarrolló un innovador método que utiliza inteligencia artificial para predecir la ocurrencia e intensidad de olas de calor con varios días de anticipación.

Esta herramienta, dada a conocer en la revista Earth’s Future, promete cambiar este paradigma al ofrecer una herramienta rápida, precisa y accesible.

Un «mundo sin cambio climático» para predecir el futuro

La clave de esta nueva metodología radica en la combinación de simulaciones climáticas con modelos predictivos de inteligencia artificial (IA). A diferencia de los modelos meteorológicos convencionales, que requieren una enorme capacidad de supercómputo, los nuevos sistemas de IA pueden entregar resultados en minutos.

«Pueden simular la evolución de la atmósfera durante los siguientes 10-15 días con una precisión similar a la de los modelos convencionales y en cuestión de minutos», asegura Bernat Jiménez-Esteve, investigador del IGEO y autor principal del estudio.

La técnica funciona comparando dos escenarios paralelos. El primero es una predicción del «mundo real», que simula la evolución atmosférica considerando las condiciones actuales, incluyendo el impacto acumulado del cambio climático. El segundo es una predicción de un «mundo hipotético», que modela cómo evolucionaría la atmósfera en un clima preindustrial, es decir, sin la influencia de la actividad humana. Al comparar la intensidad de la ola de calor en ambos «mundos», los científicos pueden aislar y medir con precisión la contribución del calentamiento global al evento, incluso antes de que este ocurra.

Validación en eventos históricos e implicancias para Chile

Para probar su eficacia, el equipo aplicó el método de forma retrospectiva a cuatro devastadoras olas de calor históricas: la de la península ibérica (2018), la de Canadá y Estados Unidos (2021), la de India y Pakistán (2022) y la de Brasil (2023). En todos los casos, los modelos de IA no solo predijeron correctamente la ocurrencia e intensidad de los eventos con días de antelación, sino que también cuantificaron el agravamiento provocado por el cambio climático.

«Por ejemplo, en la península ibérica, el cambio climático aumentó las temperaturas de la ola de calor de agosto de 2018 en más de 1.3 grados«, explica David Barriopedro, también investigador del IGEO.

Las implicancias de esta tecnología son enormes, especialmente para países vulnerables como Chile. Según los autores, el sistema ofrece una herramienta invaluable para la toma de decisiones basadas en evidencia. «La predicción facilita el despliegue de medidas eficientes de mitigación, como sistemas de alerta temprana, mientras que la atribución es útil para la concienciación climática y el diseño de políticas de adaptación», detalla Ricardo García-Herrera, coautor del estudio.

Este avance no se limita a las olas de calor. El estudio abre la puerta a la atribución anticipada de otros fenómenos extremos, como ciclones tropicales o tormentas, demostrando que la inteligencia artificial ya está lista para convertirse en un aliado fundamental de la ciencia climática.


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