«Son nativas de Coquimbo a Aysén y desde Mendoza hasta Río Negro y Chubut, en Argentina», indicó la curadora del MZUC, Laura Tavera Martínez, quien agregó que su hábitat está en las zonas bajas de la Cordillera de Los Andes.
Etimológicamente, la nominación de este insecto deriva de las palabras griegas argyros y phoros, que significan plata y portador, y que unidas se leen como «el portador de plata».
Esta luminosa especie es uno de los tesoros que destacan dentro del patrimonio científico que tiene la UdeC en el museo que este año celebró 70 años de vida. Pero los ejemplares plateados de la Colección Entomológica llegaron dos décadas antes a la UdeC.
La Dra. Tavera detalla que el primer registro de ingreso está fechado en 1934 y que corresponde a un morfo (una forma distinta de la especie) de la Cordillera de Nahuelbuta, en la Región del Biobío.
En tanto, las últimas incorporaciones ocurrieron en 1992, cuando la Universidad adquirió la colección de lepidópteras de José Herrera González, dentro de la que había ejemplares colectados en distintos tiempos hasta fines de 1980.
De este modo, en la UdeC existe un registro temporal amplio de la única mariposa plateada del mundo– de hasta 90 años atrás- con un rango geográfico diverso.
«La mayoría de las mariposas que tenemos vienen del norte, de Tongoy; también hay de Santiago, de nuestra región y lugares como las Trancas en Chillán», comentó la bióloga Carolina Cuevas Cerda, quien es parte del equipo técnico del museo. También hay algunos ejemplares de Lonquimay y de Aysén.
Una mariposa pequeña
Argyrophorus argenteus pertenece a la familia Nymphalidae, un grupo aún poco estudiado y que en Chile cuenta con unas 45 especies nativas, en la que también se inscribe Danaus erippus, la mariposa monarca de América del Sur.
El lepidóptero plateado es más bien pequeño, tiene una envergadura (ancho de las alas extendidas) de 40 a 48 milímetros, y sexualmente dimorfo, es decir, tiene formas diferenciadas entre macho y hembra.
Los machos presentan un plateado más intenso que las hembras, las que además de una coloración más opaca, presentan bordes café oscuro en sus alas. En su cara posterior, las alas en ambos sexos muestran un diseño más colorido, con negros, amarillos y café rojizo.
Los estudios sobre la especie señalan que es común verlas en zonas de coirones, donde se protege del frío y sus depredadores.
La diversidad de localidades de las que provienen los ejemplares también ha dado pie a diferencias en los patrones alares que se tomaron como variaciones dentro de la especie.
«En un inicio fueron consideradas como subespecies, pero en la actualidad son descritas en realidad como «morfos» o «formas» distintas de Argyrophorus argenteus», detalló la Dra. Tavera. El Museo de Zoología UdeC cuenta con dos de los tres morfos descritos para este lepidóptero.
Conservación y acceso
La cuidadosa forma en que las profesionales del museo manejan los ejemplares reflejan su fragilidad. «Se pueden deshacer si se mueven mucho», dijo la integrante del equipo técnico, Myriam Ramírez Campos, mientras sostenía una mariposa montada en un alfiler.
Por eso, el acceso a estas muestras es restringido a personas que conozcan de colecciones entomológicas y sus cuidados. «Los lepidópteros en general y las mariposas en particular son muy frágiles, si estornudas o las pasas a llevar se les caen las alas», advirtió.
Además de la presentación en alfileres, hay mariposas dispuestas con sus alas extendidas entre dos placas de vidrio, que ofrecen una vista del insecto por ambos lados. Existen también muestras de genitales montadas en portaobjetos, láminas de vidrio pequeñas especiales para la observación en microscopios.
La variedad espacial y temporal de estos ejemplares son dos aspectos que le otorgan a valor a este recurso del museo que, de acuerdo a la Dra. Tavera, ha sido muy poco consultado.
De hecho, los estudios sobre esta mariposa son escasos, incluso no existe una categorización de su estado de conservación, ni en los procesos nacionales que administra el Ministerio del Medioambiente ni en los de nivel internacional.
Dada la importancia de esta colección y atendiendo a la fragilidad de parte de sus objetos, la Dra. Tavera asevera que estará entre las prioridades de los procesos de digitalización que lleva a cabo el museo.
De esta forma, se avanza en la conservación de este patrimonio universitario que, por lo mismo, puede ser más accesibles y en alta resolución para quienes quieren investigarlos o bien maravillarse con la belleza de la única mariposa plateada del mundo.