Astrónomos detectan desde Chile sorprendentes características de un cometa interestelar
Tiempo de lectura: 2 minutos Un equipo de astrónomos realizó desde Chile un hallazgo sin precedentes al detectar emisiones inesperadas de níquel y cianógeno en el objeto interestelar 3I/ATLAS.
El objeto interestelar 3I/ATLAS ha traído «mensajes químicos» de otro sistema estelar que desafían las convenciones. Una reciente investigación, liderada por miembros del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, mostró datos sorprendentes sobre este cuerpo celeste, prometiendo reescribir lo que se conoce sobre la formación cometaria.
Los hallazgos fueron posibles gracias al meticuloso trabajo de los estudiantes CATA Rohan Rahatgaonkar, Juan Pablo Carvajal y Baltasar Luco, bajo la dirección del investigador principal del CATA y profesor Thomas Puzia.
Este equipo utilizó los espectrógrafos X-SHOOTER y UVES del Very Large Telescope (VLT) de ESO en Chile, un instrumento clave ubicado en el desierto de Atacama, para analizar la luz de 3I/ATLAS mientras se desplazaba entre 4.4 y 2.85 unidades astronómicas del Sol. Los resultados revelaron un espectro dominado por polvo rojizo y, lo más intrigante, las primeras detecciones de emisiones de níquel atómico (Ni I) y cianógeno (CN) a distancias heliocéntricas excepcionalmente grandes.
Equipo de investigación 3I/ATLAS. Créditos: CATA/UC
Níquel en solitario: ¿Una ventana a otros sistemas estelares?
A diferencia de sus predecesores, 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov, 3I/ATLAS ha mostrado una combinación de características familiares y comportamientos totalmente inesperados. Ya presenta una coma brillante y el inicio de una cola, típicas de un cometa. Sin embargo, lo que ha dejado perplejos a los científicos es la emisión de níquel sin la presencia de hierro, un metal que en cometas anteriores, como 2I/Borisov, siempre se había observado simultáneamente.
«Es como si este cometa encendiera primero las notas metálicas de una orquesta, pero sin que suenen los instrumentos habituales del agua o del CO», explica Thomas Puzia.
Normalmente, el calor del Sol provoca la evaporación de agua y otros hielos en los cometas, liberando los gases que forman la coma. 3I/ATLAS, sin embargo, rompió esta regla: no mostró estos gases compuestos, pero sí liberó níquel. «El hecho de ver níquel tan temprano y en solitario podría indicar que se formó y perduró en ambientes extremos, quizás en el disco grueso de la Vía Láctea», añade Puzia.
Juan Pablo Carvajal, estudiante doctoral, subraya la singularidad: «Aquí lo vemos activarse solo, como la primera señal de un fósil criogénico de hace miles de millones de años. Eso nos habla de un proceso distinto; de un laboratorio natural diferente a cualquier otro que conocemos».
Desvelar más secretos cósmicos
El 29 de octubre será una fecha clave, ya que 3I/ATLAS alcanzará su perihelio, su punto más cercano al Sol. El equipo de CATA y la UC tiene un ambicioso programa de 37.5 horas de observación con el VLT para continuar estudiando su espectro. Además, un proyecto adicional con instrumentos de altísima resolución permitirá medir su composición isotópica.
«Las próximas semanas serán como abrir más páginas de este manuscrito interestelar. Cada dato nuevo nos permitirá reconstruir cómo y dónde nació este objeto, y comprender mejor cómo se forman cometas y planetas alrededor de otras estrellas», concluye Puzia.
Baltasar Luco agrega que «hasta ahora solo hemos leído un capítulo del espectro electromagnético. Lo que viene de nuestro Instituto promete revelar aún más misterios de este viajero cósmico«.
