Futaleufú y Puelo se convierten en los primeros ríos protegidos de Chile mediante Reserva de Caudal
Tiempo de lectura: 2 minutos Los ríos Futaleufú y Puelo, emblemáticos por su biodiversidad y valor cultural, han sido declarados las primeras Reservas de Caudal con fines de preservación ecosistémica en Chile.
La Contraloría General de la República ratificó la declaratoria de Reserva de Caudal para los ríos Futaleufú y Puelo, confirmando su estatus para la sostenibilidad de las cuencas. Esta figura legal es un reconocimiento a la labor de las comunidades que, por décadas, han defendido sus aguas de amenazas.
La Reserva de Caudal es una herramienta de gestión hídrica que protege un porcentaje significativo del flujo natural de un río, sin afectar los derechos de aprovechamiento de agua ya existentes. Su implementación en Futaleufú y Puelo garantiza la continuidad de actividades como la pesca recreativa, el kayak, el rafting, la agricultura familiar y la ganadería de subsistencia, pilares de la economía y la cultura local.
«Las comunidades de Futaleufú y Cochamó viven del turismo sustentable, la pesca recreativa, la agricultura familiar y han sido férreos defensores de sus ríos para mantener un equilibrio entre el desarrollo local y la conservación de las especies», enfatizó el director General de Aguas, Rodrigo Sanhueza.
«Proteger las aguas del río Futaleufú siempre ha sido una necesidad de los habitantes, sin embargo, hasta ahora no había podido concretarse en algo tan esperado. La reserva de caudal por fin garantiza a la comunidad local y de emprendedores, que el turismo, la pesca recreativa y la cultura se puedan seguir desarrollando en equilibrio con nuestros ecosistemas», expresó Genaro Vega, de la Asociación de Guías de Pesca Futaleufú Fly Fishing.
Un legado para las futuras generaciones
Este hito fue el resultado de más de dos décadas de activismo, que se intensificó con la oposición a proyectos hidroeléctricos de Endesa (hoy Enel). Tras la renuncia de la compañía a los derechos de aprovechamiento de agua en 2016, diversas organizaciones ambientales, municipios y autoridades regionales iniciaron un proceso técnico y legal para resguardar estos dos caudales.
Darío Urrutia, un habitante y promotor clave de la protección del río Puelo, lo calificó como «un anhelo de muchos años y de una fuerte convicción».
En un escenario de incertidumbre climática y escasez de recursos naturales, la figura de Reserva de Caudal se vuelve una herramienta para evitar proyectos que comprometan la biodiversidad y el acceso de las comunidades al agua, subraya Andrés Amengual, abogado y director de Puelo Patagonia. La preservación del caudal es esencial para la salud de los ecosistemas acuáticos, que albergan especies endémicas y cumplen un rol vital en la regulación del clima y la provisión de agua potable.
La Coalición de Ríos Protegidos, que agrupa a más de 15 organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación, enfatiza la necesidad de una planificación nacional que establezca las reservas de caudal como una estrategia frente al cambio climático. Comunidades en los ríos Yelcho, Palena y San Pedro ya se articulan para seguir este camino, inspiradas por el precedente de Futaleufú y Puelo.