Niños, niñas y adolescentes evalúan el bienestar animal en zoológicos: Peces son percibidos como los más felices
Tiempo de lectura: 2 minutos La investigación de la Universidad de Chile destaca que los peces fueron percibidos como los animales más felices, incluso por encima de mamíferos y aves, y subraya la influencia de las emociones humanas en esta evaluación.
¿Cuán felices son los animales del zoológico? ¿Existen especies más felices que otras? Investigadores de la Universidad de Chile se propusieron analizar la relación entre la percepción infantil y el bienestar de los animales que viven en zoológicos. El estudio, publicado en la revista Animals, analizó a 254 participantes de entre 7 y 18 años, quienes evaluaron un mono, un loro, un caimán, una rana, un pez y una tarántula.
Los resultados revelaron que los peces obtuvieron las calificaciones más altas en términos de bienestar, demostrando además cómo el estado emocional de los observadores influye significativamente en sus juicios. Aquellos que experimentaban alegría o calma tendían a calificar más positivamente tanto a los animales como a su entorno.
La coautora del estudio y médica veterinaria, María Ignacia Vera-Concha, explica que la inspiración para esta investigación surgió de su experiencia en el Zoológico Metropolitano. «Muchas veces escuchaba comentarios del tipo ‘pobrecito, está triste’, sin saber que un león a las tres de la tarde está simplemente descansando, tal como lo haría en su hábitat natural«.
El bienestar en el siglo XXI
El estudio, realizado en el Bioparque Buin Zoo, reveló que para los niños y adolescentes, el bienestar animal va más allá de la mera provisión de alimento y agua. Reconocieron la importancia de comportamientos naturales y entornos adecuados para cada especie.
La académica líder de la investigación y especialista en Bienestar Animal, Daniela Luna, detalla que «los niños identifican la felicidad o el bienestar de los animales observando su apariencia, comportamiento y el entorno donde viven. Suelen fijarse en señales visibles, como si los animales están activos, limpios, tienen espacio suficiente o parecen cómodos». Sin embargo, para especies evolutivamente más cercanas a los humanos, como mamíferos y aves, los niños también mencionaron aspectos complejos como el juego, la compañía y la interacción social.
Debate ético de los zoológicos
La existencia de los zoológicos ha sido objeto de debate ético y social. Aunque en el pasado fueron principalmente centros de entretenimiento, hoy muchos han evolucionado hacia un enfoque en la conservación, la educación y la investigación.
María Ignacia Vera subraya que, si bien la controversia persiste, «el bienestar de los animales depende en gran medida del tipo de zoológico y de las condiciones específicas de cada recinto». En los zoológicos modernos, la prioridad es ofrecer recintos que imiten el hábitat natural, proporcionando espacio, complejidad ambiental y oportunidades de elección, incluyendo zonas de resguardo del contacto humano.
Por otro lado, Daniela Luna añade que la presencia de personas puede, en algunos casos, actuar como enriquecimiento ambiental, ofreciendo estimulación social o sensorial. «Observar el movimiento, los sonidos o las interacciones humanas puede representar una forma de variedad y novedad, ayudando a mantenerlos mentalmente activos y a reducir el aburrimiento».