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Tras derrame de 500 litros de aceite en lago Chungará: Advierten que podría tardar hasta cinco años en recuperarse

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Tiempo de lectura: 2 minutos Mientras se rescatan aves afectadas por la sustancia tóxica, expertos estiman que la recuperación funcional del humedal podría tardar hasta cinco años debido a las condiciones extremas del altiplano.

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La tranquilidad de uno de los ecosistemas más prístinos y delicados del norte de Chile se vio interrumpida la tarde del pasado miércoles. El volcamiento de un camión de patente boliviana provocó el derrame de una carga masiva de aceite de soya a granel en el humedal altoandino, parte integral del sistema del lago Chungará, en la Región de Arica y Parinacota.

La emergencia movilizó a la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que, en coordinación con el municipio de Putre y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), ha logrado extraer hasta el momento más de 500 litros de la sustancia oleosa utilizando bombas de extracción y métodos manuales.

La gravedad del incidente llevó a SENAPRED a declarar Alerta Amarilla, una medida administrativa clave que permite la liberación de recursos extraordinarios para contratar empresas especializadas en limpieza de desechos peligrosos. Según Lino Antezana Navarro, director regional de CONAF, el despliegue incluye diques y mallas de contención, mientras «continuamos desarrollando acciones de rescate de la fauna afectada por esta sustancia, que tiene alta toxicidad en medios acuáticos».

Impacto en la biodiversidad

El aceite vertido no solo contamina el agua, sino que actúa como una trampa mortal para la avifauna local. Sandro Maldonado Osorio, jefe del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas, confirmó la muerte de una tagua gigante (Fulica gigantea), especie protegida por la Ley de Caza.

Los guardaparques han identificado al menos 80 aves acuáticas en riesgo inminente. «Pudimos identificar 15 aves afectadas, tales como 5 patos puna imposibilitados de volar y con poca movilidad», detalló Maldonado. El problema radica en que las aves no logran diferenciar las zonas limpias de las contaminadas, aterrizando sobre la película de aceite que impregna su plumaje, restándoles flotabilidad y exponiéndolas a hipotermia e intoxicación.

Para mitigar esto, los equipos en terreno están aplicando técnicas de «perturbación controlada«, buscando ahuyentar a las bandadas —incluyendo a los flamencos que frecuentan la zona— para evitar que se posen en los sectores saturados de aceite, detallaron desde CONAF. Sin embargo, la densidad del derrame ha impedido el rescate de algunos ejemplares que permanecen aislados en zonas de difícil acceso.

El daño se extiende también a la flora. Especies clave para la estructura del bofedal, como el pajonal (Festuca orthophylla), y formaciones xerofíticas vulnerables como la yareta (Azorella compacta), han sido alcanzadas por el vertido.

Un ecosistema de recuperación lenta

Más allá de la limpieza inmediata, las consecuencias a largo plazo preocupan a la comunidad científica. Cristian Araya, biólogo y doctor en genética de la Universidad de La Serena, explicó a Cooperativa Ciencia la magnitud del daño ecológico. Según el académico, la película oleosa bloquea el intercambio de oxígeno en el agua y los sedimentos, provocando estrés respiratorio en especies vulnerables como el pato jergón y las Orestias, peces endémicos del altiplano.

«Los ácidos grasos alteran la calidad del agua y favorecen la eutrofización», advierte Araya. El experto subraya que el factor climático es determinante: debido a las bajas temperaturas y la alta radiación a 4.500 metros de altitud, los procesos biológicos son mucho más lentos que en otros ecosistemas.

Aunque se aconseja aplicar biorremediación con bacterias y monitoreos constantes, el pronóstico es reservado. «La recuperación funcional completa del ecosistema altoandino, dada la baja temperatura y crecimiento lento de la biota, podría extenderse de 3 a 5 años«, sentenció Araya.

Araya destacó que este humedal es un hábitat único en el mundo, hogar de cerca de 130 especies y del pez Orestias chungarensis, una especie que solo existe en estas condiciones extremas.


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