El estudio se centra en comprender el eje ambiente–microbioma–cerebro en población joven, mediante la combinación de técnicas avanzadas de secuenciación genética del microbioma oral, análisis de exposición a material particulado, evaluación neuropsicológica y tareas experimentales de lectura con registro de movimientos oculares.
Un equipo interdisciplinario
El proyecto reúne a un equipo interdisciplinario de académicas y académicos de la Universidad de Concepción, pertenecientes a las facultades de Ciencias Biológicas, Ciencias Físicas y Matemáticas, y Humanidades y Arte, integrando las capacidades de centros especializados como el Centro de Biotecnología (CB), el Centro de Ciencias Ambientales-EULA, el Laboratorio de Biopelículas y Microbiología Ambiental y el Laboratorio de Psicolingüística Experimental.
En este primer workshop se reunió el equipo principal, compuesto por el Director Dr. Homero Urrutia Briones, la Directora adjunta Dra. Yeniè Norambuena Albornoz, y los investigadores Dr. Bernardo Riffo Ocares, Dra. Luisa Rivas, Dr. Javier Fernández, Dr. Ricardo Figueroa Jara, y Dra.(c) Natalia Padilla, conformando un núcleo de colaboración que articula experticia en ecología microbiana, calidad del aire, métodos experimentales en lenguaje y cognición y análisis de datos.

Ambiente– microbioma oral –cerebro
Diversos estudios han mostrado que la exposición crónica a material particulado fino (PM2.5 y PM10) se asocia a un mayor riesgo de deterioro de funciones cognitivas, como la memoria, la atención, la velocidad de procesamiento y ciertas habilidades lingüísticas. Estos efectos se explican, entre otros mecanismos, por el aumento del estrés oxidativo, la inflamación sistémica y el impacto sobre la microvasculatura cerebral.
En paralelo, ha crecido el interés internacional por el estudio del microbioma y su relación con la función cerebral, especialmente a través del llamado eje intestino–cerebro. Se ha observado que ciertas comunidades microbianas pueden generar metabolitos que influyen en la inflamación y en la protección del sistema nervioso, lo que podría impactar el estado de ánimo, el aprendizaje y algunas funciones cognitivas específicas. Más recientemente, el microbioma oral ha comenzado a perfilarse también como un actor relevante, con evidencias que lo vinculan a perfiles de salud general y a cambios en el rendimiento cognitivo en distintas etapas del ciclo vital.
La novedad de este proyecto, que se extenderá entre 2025 y 2029, radica en su enfoque integrado para estudiar el complejo eje ambiente–microbioma–cerebro en población joven universitaria. Este desafío implica avanzar hacia un marco teórico verdaderamente interdisciplinario, articulando la microbiología, la psicolingüística y las ciencias ambientales.
A través de esta integración, el proyecto busca generar evidencia que permita comprender con mayor precisión cómo la calidad del aire y la salud microbiana se relacionan con el desempeño cognitivo de las y los estudiantes, y proponer eco-biomarcadores de riesgo y resiliencia cognitivo-lingüística frente a la exposición a material particulado.
Los resultados podrían aportar información relevante para orientar futuras estrategias en salud pública, educación y políticas ambientales, especialmente en las zonas más afectadas por la contaminación en la Provincia del Biobío