En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Astrónomos chilenos desentrañan la «telaraña cósmica» que forma las galaxias

Astrónomos chilenos desentrañan la «telaraña cósmica» que forma las galaxias

  -

Tiempo de lectura: 2 minutos Un equipo de investigadores confirmó, mediante observaciones de rayos X y datos ópticos, que los filamentos del universo actúan como las principales «autopistas» por donde fluye la materia.

Comparte:

Un equipo de científicos del Núcleo Milenio de Galaxias (MINGAL) logró comprobar observacionalmente cómo funciona la llamada «telaraña cósmica», demostrando que los filamentos que componen esta gigantesca red son las rutas esenciales para el crecimiento de los cúmulos de galaxias.

El estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, se centra en estructuras ubicadas a distancias superiores a los 300 millones de años luz de la Tierra. A esta escala, la materia está organizada en una red compleja de hilos —conocidos como filamentos— y grandes vacíos.

Según explica el investigador de MINGAL y estudiante de postgrado en Ciencias Físicas de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Raúl Baier, es en las intersecciones de estos hilos donde ocurre la acción: «En las regiones donde estos filamentos se cruzan se ubican los cúmulos de galaxias, que crecen a lo largo del tiempo al atraer gas, materia oscura y otras galaxias desde las estructuras vecinas».

Las «autopistas» de materia del Universo

El hallazgo del equipo chileno consistió en confirmar modelos que, hasta ahora, eran mayoritariamente teóricos. Los resultados muestran una correlación directa y medible entre la forma de los cúmulos (su elongación) y la inclinación de los filamentos conectados a ellos.

«Nuestros resultados confirman observacionalmente el escenario en el que los filamentos son las principales rutas de acreción de materia hacia los cúmulos de galaxias», detalla Baier. En términos sencillos, los científicos validaron que estos hilos cósmicos funcionan como tuberías o autopistas por donde la materia viaja para alimentar y agigantar a los cúmulos.

Este descubrimiento tiene un impacto para la astrofísica moderna. No solo es vital para quienes estudian la evolución de las galaxias, sino también para los cosmólogos que intentan mapear la distribución de masa en el universo a gran escala. Al ofrecer pruebas concretas, el estudio permite calibrar y validar las complejas simulaciones computacionales que se utilizan para entender la historia del cosmos.

La tecnología que fue usada en la investigación

Para llegar a estas conclusiones, el trabajo requirió más de un año y medio de análisis directo, apoyado en bases de datos recopiladas durante cuatro años. La metodología combinó dos tipos de visión astronómica: imágenes ópticas del Legacy Survey y observaciones en rayos X realizadas por el telescopio espacial eROSITA.

El equipo utilizó herramientas avanzadas de procesamiento de datos, como la técnica DisPerSE para detectar los filamentos y modelos probabilísticos para medir su alineación. Esto permitió caracterizar con precisión la forma de los cúmulos detectados en rayos X y su relación geométrica con la red cósmica.

El proyecto fue desarrollado por científicos del survey CHANCES (Chilean Cluster Galaxy Evolution Survey), parte del consorcio internacional 4MOST. Junto a Raúl Baier y la directora alterna de MINGAL y académica de la USM, Yara Jaffé,  participaron investigadores de diversas instituciones nacionales e internacionales.

Entre los colaboradores destacan Alexis Finoguenov (Universidad de Helsinki), encargado de los catálogos de rayos X, junto a Christopher Haines (Universidad de Atacama), Hugo Méndez y Antonela Monachesi (ambos de la Universidad de La Serena).

El próximo desafío para el equipo será contrastar estos datos observacionales con simulaciones cosmológicas para entender los procesos físicos exactos detrás de esta formación. «Buscamos conectar la observación, la teoría y la computación, para entender cómo se estructura el universo a gran escala«, concluye Baier.


Te puede interesar