Tiburones y rayas enfrentaron mayor riesgo de extinción en sus primeros años de evolución
Tiempo de lectura: 2 minutos Un análisis del registro fósil global identificó patrones evolutivos que explican la vulnerabilidad de estas especies y descubrió eventos de extinción hasta ahora desconocidos.
Una investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B, reveló que los tiburones y rayas fueron especies más vulnerables a desaparecer durante sus primeros millones de años de existencia.
El estudio, liderado por las doctoras Kristína Kocáková y Catalina Pimiento de la Universidad de Zúrich, contó con la participación de investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Jaime Villafaña. A través del análisis de más de 20 mil registros fósiles que cubren un periodo de 145 millones de años, el equipo logró reconstruir la historia de más de 1.500 especies, revelando un patrón de riesgo temprano.
«Nuestros resultados muestran que las especies jóvenes son mucho más vulnerables. Si una especie logra superar estas primeras etapas de su historia evolutiva, su probabilidad de desaparecer disminuye notablemente«, explicó la autora principal del estudio, Kristína Kocáková.
El «puntode inflexión» de la supervivencia
Según los datos obtenidos, las especies que llevan poco tiempo en el registro evolutivo —específicamente aquellas con menos de cuatro millones de años de existencia— enfrentan un riesgo de extinción mucho mayor que las especies más antiguas y establecidas.
Este descubrimiento sugiere que la persistencia en el tiempo geológico actúa como un filtro de resiliencia: solo las especies que logran adaptarse con éxito a sus entornos iniciales consiguen perdurar por millones de años más.
Además de confirmar eventos catastróficos ya conocidos, como la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, el equipo identificó cuatro eventos de extinción previamente desconocidos. El más severo ocurrió hace unos 30 millones de años, en la transición entre el Eoceno y el Oligoceno.
«Muchas especies se extinguieron sin que surgieran nuevas para compensar las pérdidas. Fue un punto de inflexión donde la diversidad de tiburones y rayas nunca se recuperó del todo», detalló la líder del proyecto internacional Sharks-XT (Shark extinctions – from the past to the future) en el que se enmarca el estudio, Catalina Pimiento.
Aporte desde Chile
El investigador de la UCSC, Jaime Villafaña, contribuyó en la curaduría y el análisis de la vasta base de datos fósil global, vinculando la evidencia del pasado profundo con las herramientas analíticas modernas.
«Integrar información del registro fósil nos permite entender por qué ciertos grupos son más vulnerables hoy. El pasado entrega claves fundamentales para enfrentar los desafíos actuales de conservación», destacó Villafaña.
En un contexto de crisis climática y la degradación de hábitats, el estudio concluye que comprender la historia evolutiva de los elasmobranquios es esencial para diseñar estrategias de protección efectivas. Al conocer el pasado de estas especies, la ciencia busca garantizar que estos depredadores no desaparezcan de los océanos del futuro.