Histórico hallazgo desde Atacama: Un exoplaneta gigante oculto en un disco protoplanetario

Tiempo de lectura: 2 minutos Este mundo, hasta diez veces más masivo que Júpiter, estaba oculto en la densa nube de gas y polvo de una estrella joven, y su hallazgo, publicado en Nature Astronomy, inaugura un nuevo método para cazar planetas en plena formación.
Un equipo internacional de astrónomos ha realizado un descubrimiento sin precedentes: un exoplaneta gigante, hasta diez veces más grande que Júpiter, que se encontraba oculto en el disco de gas y polvo de una estrella joven. El hallazgo, liderado por el investigador español Álvaro Ribas y publicado en la prestigiosa revista Nature Astronomy, fue posible gracias a la combinación de datos del telescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, y la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea.
El descubrimiento no solo revela la existencia de un mundo masivo en plena formación, sino que también inaugura una nueva y poderosa técnica para encontrar planetas jóvenes que hasta ahora eran invisibles para la ciencia. Este hallazgo, en el que la infraestructura astronómica de Chile ha sido protagonista, abre una nueva ventana para comprender los orígenes de sistemas planetarios como el nuestro.
La estrella en cuestión, llamada MP Mus, es un astro joven de entre siete y diez millones de años. Observaciones previas hacían pensar que estaba sola, rodeada únicamente por un disco de material cósmico —conocido como disco protoplanetario— que parecía plano y sin perturbaciones. Esta aparente calma era desconcertante para los científicos. «En un disco de esa edad, cabría esperar alguna evidencia de formación planetaria», señaló Álvaro Ribas, investigador de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio.
Observar planetas en estas «cunas» estelares es extremadamente difícil, ya que el denso velo de gas y polvo del disco bloquea la mayor parte de la luz. De hecho, antes de este trabajo, solo se habían confirmado tres detecciones sólidas de exoplanetas dentro de un disco protoplanetario. El equipo, sin embargo, sospechaba que en MP Mus había algo más que no estaban viendo.
La clave cósmica: La unión de ALMA y Gaia
Para desvelar el secreto de MP Mus, el equipo recurrió nuevamente al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), pero esta vez observando en una longitud de onda más larga. Esta estrategia les permitió «ver» a través del polvo y sondear las profundidades del disco. Los resultados fueron reveladores: detectaron una cavidad cerca de la estrella y dos huecos más alejados, estructuras que son claros indicios de la presencia de un planeta esculpiendo su órbita.
Mientras tanto, otra pieza del rompecabezas surgía desde el espacio. El investigador Miguel Vioque, del Observatorio Europeo Austral (ESO), analizó datos de la misión Gaia y descubrió que la estrella MP Mus se estaba «oscilando» sutilmente. Este bamboleo es causado por el tirón gravitacional de un cuerpo masivo en órbita. «Mi primera reacción fue pensar que había un error en mis cálculos, pero escuché una charla de Ribas sobre la cavidad interna recién descubierta en el disco, lo que implicaba que la oscilación era real y tenía muchas posibilidades de estar causada por un planeta en formación«, explicó Vioque.
Al combinar la precisión de Gaia sobre el movimiento estelar con las profundas observaciones de ALMA desde Chile, los astrónomos confirmaron la existencia del planeta gigante. Se trata de la primera vez que se descubre un exoplaneta incrustado en su disco natal mediante esta técnica combinada, demostrando que muchos otros mundos podrían estar esperando a ser descubiertos en sistemas estelares jóvenes.