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¿No disfrutas la música? Estudio revela desconexión cerebral asociada a la anhedonia musical

¿No disfrutas la música? Estudio revela desconexión cerebral asociada a la anhedonia musical

Cooperativa Ciencia,

Tiempo de lectura: 2 minutos A través de un cuestionario de recompensa musical, un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona identificó la desconexión entre el circuito de recompensa del cerebro y las áreas auditivas como una causa de la «anhedonia musical específica».

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Una reciente investigación liderada por científicos de la Universidad de Barcelona ha identificado la causa de la «anhedonia musical específica»: una desconexión entre el circuito de recompensa del cerebro y las áreas auditivas. Este hallazgo explica por qué un pequeño porcentaje de la población es insensible a las melodías, a pesar de poder disfrutar de otros estímulos placenteros.
La anhedonia musical específica es una condición que, según se estima, afecta a cerca del 3% de la población. Estas personas no son indiferentes a la música por un problema de audición, de hecho, la perciben y procesan correctamente. Sin embargo, no les genera ninguna sensación de placer. Para entender el porqué, el mismo equipo que identificó esta condición hace una década, profundizó en sus mecanismos cerebrales.
En el artículo, publicado en la revista Trends in Cognitive Sciences, los investigadores, liderados por Josep Marco-Pallarés, utilizaron resonancias magnéticas funcionales (fMRI) mientras los participantes escuchaban música. Los resultados fueron reveladores: en las personas con anhedonia musical, el sistema de recompensa del cerebro (el mismo que se activa con estímulos como la comida o el sexo) mostraba una actividad reducida. Sin embargo, este mismo circuito respondía con normalidad a otros incentivos, como ganar dinero en un juego.

Un «cable suelto» en el cerebro

La conclusión es que el problema no reside ni en la red auditiva ni en el sistema de recompensa por separado. Ambos funcionan bien de forma independiente. El fallo se encuentra en la comunicación entre ellos. La investigación apunta a una desconexión funcional entre estas dos áreas cerebrales, lo que impide que la información musical se traduzca en una experiencia gratificante. Es como si el cerebro escuchara la melodía, pero el «cable» que conecta el sonido con el centro del placer estuviera suelto.
Para identificar con precisión a los individuos con esta condición, el equipo desarrolló el «Cuestionario de Recompensa Musical de Barcelona», una herramienta que evalúa cinco formas en que la música puede ser reconfortante, desde la regulación del estado de ánimo hasta el fomento de lazos sociales. Las personas con anhedonia musical puntúan bajo en todos estos aspectos.
Este modelo de desconexión cerebral no solo explica la anhedonia musical, sino que también podría aplicarse a otras anhedonias específicas. Por ejemplo, una persona que no disfruta de la comida podría tener un déficit similar en la conectividad entre las regiones que procesan el gusto y el olfato y el circuito de recompensa.
El origen de esta desconexión aún no está claro, pero los científicos sugieren que tanto factores genéticos como ambientales podrían influir.

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