Mónica Rubio: La astrónoma chilena que defiende los cielos oscuros
Tiempo de lectura: 2 minutos La destacada astrónoma relató algunas de sus principales motivaciones y los desafíos que enfrentó al inicio de su carrera en la investigación chilena, lo que la llevó a obtener el Premio Nacional de Ciencias Exactas el año 2021.
Los oscuros y prístinos cielos chilenos han sido objeto de múltiples discusiones en torno a su protección e importancia para la observación astronómica mundial. Un recurso natural indiscutible que ha sido estudiando por destacados científicos, entre ellos, Mónica Rubio, la astrónoma observacional que detectó por primera vez la emisión de la molécula de monóxido de carbono en la Nube Chica de Magallanes.
«Esto partió muy chica, yo estaba en el colegio (…). Siempre me llamó la atención mirar el cielo. Yo miraba el cielo, me preguntaba qué son esos puntitos brillantes, así fue como nació este interés en aprender astronomía, esta curiosidad», recordó.
«El talento no tiene género»
Este interés temprano llevó a la investigadora a seguir un extenso camino por los cielos chilenos. Convirtiéndose en un ejemplar para las mujeres en la ciencia y las jóvenes interesadas en las carreras científicas, algo que la investigadora destaca como «una alegría enorme». Mientras que la presencia femenina muestra un camino para que «las mujeres vean que es posible dedicarse a áreas que históricamente habían sido masculinas».
Frente al incremento en las matrículas de mujeres en carreras científicas, la investigadora destacó el interés y compromiso de las generaciones más jóvenes.
Por otro lado, entre los aspectos más desafiantes, de acuerdo con la investigadora, radica en la dificultad de sacar la astronomía de los laboratorios.
«Todos los experimentos están ocurriendo en el universo y, lo que tenemos que hacer, a través de la instrumentación y de los telescopios, captar las señales que los cuerpos celestes y los objetos en el universo emiten, para nosotros estudiarlo. Eso es muy distinto a las otras ciencias, porque si se pasó el momento, el experimento no lo puedo repetir (…). Eso es tremendamente emocionante y desafiante, hay que ser un poquito detective», detalló.
Vicepresidencia y futuro de la astronomía
Al abordar su exitoso resultado en la vicepresidencia en la Unión Astronómica Internacional, la científica valoró como una experiencia emocionante, que la hizo sentir honrada. Algo que se suma al positivo panorama que enfrenta Chile como la capital de la astronomía. Su nombramiento coincide con la elección de Chile como sede de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en 2030, un evento que atraerá a miles de astrónomos de todo el mundo.
«Yo lo veo con mucha alegría, con mucho orgullo también, el haber podido, de alguna manera, influir en este crecimiento que la astronomía ha tenido a nivel chileno», valoró la astrónoma.
Finalmente, en cuanto al futuro de la ciencia en el país, la investigadora destacó con optimismo el potencial, sumado al interés de las nuevas generaciones y del país en general, que promueve y mantiene las reglas para la instalación de observatorios astronómicos que permiten más de 330 noches de observación al año y que hay que proteger, dado que «este recurso no existe en ninguna otra parte del mundo y no lo podemos mover»
«Necesitamos instrumentos cada vez más poderosos y cada vez más sensibles (…) que se quieren venir acá a Chile», enfatizó la vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional.