Científicos chilenos proponen tecnología para reusar plástico
Tiempo de lectura: 2 minutos El trabajo, que tomó 24 meses de desarrollo mostró que con una nueva tecnología aplicada, denominada pirólisis catalítica, se logra un avance significativo en términos de economía circular, al proponer procesar miles de toneladas de plástico y volver a darles un uso .
Una mancha de plásticos flota actualmente en el Océano Pacífico, un verdadero continente artificial que está dañando la biosfera marina, una isla de materiales no biodegradables que no para de crecer y que en la actualidad posee una superficie que triplica el tamaño de Francia.
“La forma en que gran parte de la humanidad desecha los plásticos es completamente ineficiente, gestionando un mínimo o directamente cero grados de reciclaje en algunas regiones. Nosotros pensamos que el plástico no solo es, sino que debe ser un aliado presente y futuro del progreso humano y que parte importante de una solución sustentable tiene que ver cómo re-integrarlos en las cadenas de valor industrial”, explica Humberto Palza, académico del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales, FCFM de la U. de Chile.
Chile produce y utiliza una gran cantidad de plásticos. Sus características y maleabilidad hacen que nuestra especie les hayan dado múltiples usos, desde tubos de pvc, materiales para envolver, films y un largo etcétera. “Hay un tipo de plástico del que poco se habla, uno que se encuentra mayoritariamente en los envases de yogurt y en el de los helados… me refiero al poliestireno (PS), un tipo de polímero muy resistente y de amplia versatilidad. Es diferente del polietileno, variedad que tiene un amplio historial de reciclaje. Nosotros quisimos enfocarnos en el PS, no solo porque era desafiante desde el punto de vista tecnológico y científico, sino porque cuando lo estudiamos multidisciplinariamente logramos grandes cosas”, añade Palza, quien es a su vez parte del 2% de los científicos más citados del mundo en el área polímeros, de acuerdo al ranking 2022 elaborado por la Universidad de Stanford y el grupo editorial Elsevier.
Un Costanera Center de plástico
“Nuestro trabajo mostró que sometiendo al poliestireno a altas temperaturas (entre 400 y 600 °C) en un ambiente libre de oxígeno logramos un craqueo o rotura de la cadena polimérica (o macromolécula que forma el plástico) y generamos así moléculas más pequeñas, en particular estireno (materia prima de gran uso industrial), las que posteriormente pueden ser reutilizadas en otros materiales. En Chile se producen -al año- aproximadamente unas 26.000 toneladas de residuos de envases y embalajes de PS (es un poco más de lo que pesa toda la estructura del Costaner Center), de ello una ínfima parte es re-integrada a procesos circulares. Hasta el momento faltaban tecnologías eficientes para tratarlo y reciclarlo, nosotros hemos cambiado ese statu quo tecnológico”, indica el científico.
Contexto
Los plásticos que no se reciclan en Chile se depositan en vertederos y un 32% escapa a los océanos. Como consecuencia, la industria no recupera el valor económico de los residuos y los océanos que ya acumulan millones de toneladas de plásticos, generando pérdidas de hasta USD 25.000 millones anuales. Este modelo de gestión predominantemente lineal deberá cambiar en el corto plazo, ya que la Ley REP promulgada en Chile estableció el 2019 que para el año 2030 la industria deberá valorizar anualmente al menos un 45% de los residuos de envases y embalajes de PS. Por lo tanto, es de enorme interés público que el país desarrolle tecnologías de valorización eficientes y sustentables que puedan ser un aporte en cumplir estas metas y generar una economía circular.
La investigación fue financiada por el proyecto FONDEF de la Agencia Nacional de Innovación y Desarrollo (ANID).
Fuente: Universidad de Chile