Seis fotografías con los impactos ambientales más visibles en Chile
Tiempo de lectura: 3 minutos Coincidiendo con el Día de la Tierra, Greenpeace Chile lanzó una impactante fotogalería que desnuda algunas de las crisis ambientales más severas del país.
La organización ambientalista Greenpeace ha aprovechado el Día de la Tierra para publicar un revelador registro fotográfico. Se trata de una serie de imágenes que documentan algunos de los puntos más críticos de contaminación y degradación ambiental que afectan al territorio nacional.
El informe destaca cómo diversas actividades humanas están dejando una huella profunda y, en muchos casos, irreversible en ecosistemas vulnerables a lo largo de Chile. Desde la acumulación de desechos industriales y urbanos hasta la presión sobre recursos hídricos y la biodiversidad, la situación demanda una mirada crítica y soluciones efectivas.
Zonas críticas en el norte y centro: Contaminación industrial y urbana
El reporte de Greenpeace pone el foco en varios puntos críticos. Uno de los más impactantes es el desierto de Atacama, que se ha transformado en un gigantesco vertedero de ropa usada.
Según cifras de la CEPAL, Chile es el cuarto importador mundial de textiles usados, ingresando 156 mil toneladas solo en 2021. Alarmantemente, cerca del 60% de esta ropa termina acumulándose ilegalmente en el desierto, generando un pasivo ambiental de enormes proporciones.
Más al sur, la bahía de Quintero y Puchuncaví, en la Región de Valparaíso, sigue siendo un símbolo de las llamadas «Zonas de Sacrificio Ambiental». Tras más de medio siglo de exposición a emisiones tóxicas de termoeléctricas, fundiciones y refinerías, la zona ha sufrido múltiples emergencias sanitarias por contaminación atmosférica.
Pese al cierre de algunas industrias, como la Fundición Ventanas, Greenpeace advierte que el daño ambiental persiste sin una reparación integral y que el origen de graves episodios de intoxicación masiva, como los ocurridos en 2018, aún no se determina con certeza, manteniendo a la población en riesgor
La presión no solo viene de la industria. En la costa central, específicamente en localidades como Los Molles, la expansión inmobiliaria descontrolada en primera línea de costa está provocando la desaparición de playas, dunas y humedales. La aparición de socavones y la construcción sobre ecosistemas frágiles son ejemplos visibles de esta problemática que altera irreversiblemente el paisaje natural.
Cerca de la capital, en plena Cordillera de Los Andes, la expansión del proyecto minero Los Bronces genera preocupación. La construcción de un túnel y una mina subterránea a menos de 50 km de Santiago, próxima a glaciares vitales para la cuenca del Maipo (que abastece de agua a más de 7 millones de personas), ha levantado alertas científicas.
Se teme que las vibraciones, emisiones de partículas y alteración del subsuelo puedan dañar estos reservorios hídricos, agravando la crisis climática y la sequía que afecta a la Región Metropolitana.
Aire contaminado y amenazas a la biodiversidad en el Sur
La calidad del aire es otro frente crítico, especialmente en el centro-sur del país. El Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024 de IQAir sitúa a Chile como el sexto país con mayor contaminación por Material Particulado Fino (PM2.5) en América Latina y el Caribe.
Ciudades como Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas figuran entre las más afectadas de la región, principalmente debido a la quema de leña para calefacción y otras fuentes industriales y de transporte.
Finalmente, la Patagonia chilena, hogar de ecosistemas únicos y una rica biodiversidad marina, enfrenta serias amenazas. De las 94 especies de ballenas del mundo, 43 habitan en aguas chilenas y 26 de ellas se encuentran en la Patagonia. Sin embargo, Greenpeace alerta sobre el creciente número de muertes de cetáceos por colisión con embarcaciones, un riesgo aumentado por el alto tráfico marítimo asociado a industrias como la salmonicultura.
Datos de Sernapesca indican que entre 2009 y 2022 se registraron 158 varamientos de ballenas en Chile, con un 46% de ellos ocurriendo en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, evidenciando la vulnerabilidad de estos gigantes marinos en la zona austral.