Académica identifica Arsénico, Plomo y Mercurio en Humedal La Chimba de Antofagasta

Tiempo de lectura: 2 minutos La investigación a cargo de la Dra. Isabel Pizarro advirtió que la presencia de los metales pesados pone en riesgo la actividad microbiológica y ha impactado en 33 especies de flora y 10 de fauna.
Una nueva investigación liderada por la doctora en Química Analítica de la Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad de Antofagasta (UA), Isabel Pizarro, reveló la presencia de metales pesados en el Santuario de la Naturaleza Aguada la Chimba, una reserva natural en Antofagasta.
Con el objetivo de medir la actividad enzimática, la investigadora llegó hasta la Universidad Complutense de Madrid para analizar las muestras extraídas desde el santuario y del Vivero UA, para determinar cómo estos metales inciden en la vida de los organismos.

Dra. Isabel Pizarro. Créditos: Universidad de Antofagasta (UA).
«Lo que se estudió fue la contaminación de suelo y encontramos concentraciones de metales a niveles de partes por millón, lo que influye directamente en la degradación del suelo y su salud», explicó la investigadora.
«Analizamos 10 enzimas y la actividad enzimática fue escasa, comparada con los niveles normales encontrados en suelos no enriquecidos con metales pesados, lo que quiere decir que la vida de los microorganismos está limitada por la presencia de contaminantes entre los que se identifica, Arsénico, Plomo y Mercurio», detalló.
Ecosistemas en peligro
De acuerdo con la Dra. Pizarro, los metales inhiben la actividad microbiológica, algo que «indica que los suelos están muy degradados», agregando que «hablamos de una contaminación de antiguas faenas de oro, que dejaron Mercurio, pero también de enriquecimiento por el uso de este lugar como vertedero minero irregular y basural clandestino de comunidades aledañas».
La investigación, enmarcada en el proyecto «Fortaleciendo la Formación de Pregrado, Postgrado e Investigación con Estándares de Calidad» detalló que el impacto ambiental ha repercutido en 33 especies de flora y 10 de fauna, de las cuales no se encontraron ejemplares en la actualidad.
«Es una situación muy preocupante considerando que los humedales son espacios urbanos protegidos, análisis que marca un precedente que hace necesaria la proyección de estudiar todos los sitios de estas características a nivel nacional», advirtió Pizarro.