Pichilemu será un nuevo punto estratégico para medir gases de efecto invernadero

Tiempo de lectura: 2 minutos Un nuevo proyecto busca aprovechar la ubicación y factores atmosféricos de Punta de Lobos para convertir este lugar en una zona de medición de la calidad climática.
Una nueva alianza entre el Parque Punta de Lobos (Pichilemu) y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2 de la Universidad de Chile convertirá a la capital del surf en un nuevo punto de observación climática. Los investigadores estudiarán de forma semanal y a largo plazo, la presencia de gases de efecto invernadero (GEI) frente a la costa central. Mientras que, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) será responsable de capacitar a los funcionarios del Parque.
Esta decisión se da en medio de las amenazas que sufre la zona, como el aumento del nivel del mar, los cambios en el oleaje y el aumento de la temperatura. Para combatir las consecuencias, el equipo de trabajo se instalará en Punta de Lobos, una zona representativa del nivel base del océano Pacífico.
De acuerdo con el investigador y académico del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Rodrigo Seguel, se espera obtener información que permita evaluar la efectividad de las medidas de gestión ambiental.
«Al tratarse de mediciones de más de una década de extensión, permiten identificar el impacto de la quema de biomasa y el transporte intercontinental de contaminantes como es el caso de Rapa Nui. Si bien estos puntos de observación son muy importantes, llamaba mucho la atención que no existiera un sitio de observación en Chile Continental (…)», explicó el investigador.
Ejecución del proyecto
Los factores atmosféricos favorecieron a Punta de Lobos como modelo para las mediciones, tal como señaló el académico, «las muestras son tomadas cuando el viento proviene desde el océano, ya que, de otra manera, se podrían ver afectadas por la contaminación de las ciudades o por aire continental sujeto a emisiones naturales que pueden afectar las observaciones».
Para lograrlo, la coordinación logística entre el Parque, CR2 y la NOAA ha sido crucial para asegurar un flujo de matraces (flasks) utilizados para la toma de muestras de aire y su posterior envío para el análisis en el Laboratorio de Monitoreo Global (GLM) de la NOAA en Boulder, Colorado.
«Lo que estamos haciendo es agregar nuevas capas de investigación, es decir, midiendo la calidad del aire y demostrar que no solamente tenemos un entorno natural muy bueno a nivel de flora y también lo que se está haciendo en términos de restauración a nivel marítimo, sino que, además, contamos con una excelente calidad de aire», agregó el director ejecutivo del Parque Punta de Lobos, Patricio Mekis.
Durante la ejecución, se evaluarán los resultados del monitoreo de largo plazo bajo un enfoque interdisciplinario que será transmitido en seminarios y charlas dirigidas a funcionarios del Parque.