Primer Mapa de Agua de Niebla en Chile revela el potencial de la camanchaca contra la sequía
Tiempo de lectura: 3 minutos Una nueva plataforma interactiva y gratuita, desarrollada por la Universidad Católica, permite cuantificar y visualizar el potencial del agua de niebla en la costa norte y centro de Chile.
En un Chile cada vez más afectado por la crisis hídrica, la ancestral camanchaca, esa espesa niebla costera que cubre el norte y centro del país, emerge como una fuente de agua cuantificable y aprovechable. Este avance es posible gracias al «Mapa Agua de Niebla«, una innovadora plataforma digital presentada por la Universidad Católica, a través de su Centro UC Desierto de Atacama (CDA), en colaboración con el Centro UC Derecho y Gestión de Aguas e instituciones públicas clave como la Dirección General de Aguas (DGA), el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Bienes Nacionales.
Este visor interactivo, de acceso libre y gratuito, detalla el potencial hídrico de la niebla a lo largo de 2.000 kilómetros de costa, desde Arica hasta la región del Maule. No solo indica la presencia de niebla, sino que revela con precisión cuánta agua es posible extraer, metro a metro y mes a mes, transformando un fenómeno natural en un recurso tangible.
El desarrollo de esta herramienta es fruto de décadas de investigación científica liderada por la UC. «El mapa agua de niebla pone a disposición del público general información respecto al agua de niebla potencialmente colectable para los territorios costeros del norte y centro de Chile», explica Camilo del Río, director del Centro UC Desierto de Atacama.
El investigador añade que la plataforma también «entrega antecedentes de gobernanza y regulatorios relacionados con la colecta y uso del agua de niebla, buscando ser un insumo para la toma de decisiones».
Tecnología que descifra el potencial hídrico de la camanchaca
El corazón tecnológico del proyecto es el modelo computacional AMARU, nombre quechua para «serpiente de agua». Este sistema integra principios físicos, observaciones meteorológicas de más de 25 estaciones, imágenes del satélite GOES y modelos digitales de elevación.
Felipe Lobos, investigador del CDA y académico de Agronomía UC, quien desarrolló el modelo, destaca su potencial global: «El modelo representa la colección de niebla en ambientes de niebla advectiva, como los de Chile, Perú, California, Namibia, Portugal, España y Marruecos. Solo se necesitan datos meteorológicos para aplicarlo». Ya se han iniciado colaboraciones para probarlo en California.
La plataforma ofrece capas de información detallada, incluyendo potencial anual y mensual de agua colectable, frecuencia de niebla, variabilidad interanual, zonas óptimas para atrapanieblas, un diagnóstico normativo sobre la regulación del agua de niebla y material educativo interactivo.
Soluciones para comunidades y ecosistemas en zonas áridas
El «Mapa Agua de Niebla» tiene un impacto directo y tangible. Virginia Carter, investigadora asociada al CDA y académica de la Universidad Mayor, subraya su relevancia: «El mapa entrega datos del potencial de captación y permite visualizarlo espacialmente, lo cual es súper relevante para que los gobiernos locales tengan esa información a la hora de realizar y actualizar sus planes reguladores».
En Alto Hospicio, con escasísimas precipitaciones, el mapa identifica áreas donde se pueden recolectar 3 litros por metro cuadrado diarios, una oportunidad para la planificación urbana. En Chañaral, la Agrupación de Atrapanieblas de Falda Verde ha utilizado este recurso para consumo básico y para desarrollar cultivos como aloe vera, lechugas y frutillas.
Más allá del consumo humano, la camanchaca es vital para ecosistemas únicos. En Alto Patache, un oasis de niebla administrado por la UC, especies endémicas dependen de ella. En el Parque Nacional Pan de Azúcar y en el bosque relicto de Fray Jorge, la niebla sustenta comunidades vegetales que sobreviven en pleno desierto y semidesierto, respectivamente.
Este proyecto FONDEF IDEA I+D, además de democratizar el acceso a información científica crucial, contribuye a sentar las bases para una nueva gobernanza del agua. «Esperamos que el agua de niebla sea realmente considerada dentro de nuestra gestión hídrica», concluye Del Río.
El mapa de niebla está disponible en este enlace.