Chiloé se moviliza para plantar 4.500 árboles nativos y combatir la crisis hídrica
Tiempo de lectura: 2 minutos El Festival Pala en Mano, que se celebrará en Ancud entre el 26 y 28 de junio, busca movilizar a la comunidad para reforestar zonas degradadas del archipiélago.
Entre el 26 y 28 de junio, la comuna de Ancud en Chiloé será el epicentro de la cuarta edición del Festival de conservación Pala en Mano. Liderado por el laboratorio de innovación UÑU Lab, el encuentro combina ciencia, educación ambiental y voluntariado con el objetivo de plantar 4.500 árboles nativos y así potenciar la capacidad única del territorio para mitigar los efectos de la crisis climática.
El evento reunirá a líderes territoriales, el sector público, empresas privadas y la sociedad civil en torno a la regeneración del bosque nativo chilote. El programa incluye la proyección de documentales en colaboración con Santiago Wild Fest y Ladera Sur, charlas de educación ambiental y la participación especial de Noemí Manríquez, la joven activista de 17 años conocida como «Niña Planeta».
La elección de Chiloé como foco de esta iniciativa no es casual. Un estudio del Instituto de Ecología & Biodiversidad (IEB) reveló un dato sorprendente: el ecosistema chilote tiene la capacidad de capturar y almacenar más del doble de carbono por hectárea que la selva amazónica, gracias a la riqueza de sus suelos y su biodiversidad única.
Un tesoro ecológico bajo amenaza
Sin embargo, este potencial se encuentra bajo amenaza. «Chiloé tiene dos grandes cualidades: la riqueza de su ecosistema y la capacidad de sus suelos y árboles de almacenar carbono. No obstante, es una zona muy frágil y en permanente amenaza«, explica Javier García, director ejecutivo de UÑU Lab.
La degradación causada por la acción humana y la industria ha mermado el bosque nativo, impulsando la necesidad de acciones concretas. «La naturaleza no espera, por eso cada invierno revivimos este compromiso«, añade García.
Este esfuerzo cuenta con el respaldo de la Municipalidad de Ancud. Alfredo Caro, director de Medioambiente, Aseo y Ornato (DIMAO), destaca que la iniciativa «se enmarca en la estrategia ambiental y el plan de acción de cambio climático comunal». Además, subraya un beneficio colateral crucial: «La reforestación ayuda a que el ecosistema degradado almacene más agua, mitigando en cierto modo el impacto de la crisis hídrica que vive el archipiélago hace muchos años».
Ciencia y comunidad para la regeneración del bosque
El Festival Pala en Mano no se trata solo de plantar árboles, sino de hacerlo con un riguroso criterio científico para asegurar un impacto a largo plazo. Las jornadas de plantación se llevarán a cabo en sectores estratégicos como Nal, Pupelde y Huicha, donde se busca restaurar el ecosistema original.
Reinhard Fitzek, Jefe de Plantación de UÑU Lab y Magíster en Ciencias Forestales, detalla que el programa está diseñado para «generar impacto sostenido». Para ello, se evalúan las plantaciones de años anteriores y se realizan ensayos en colaboración con la Estación Biológica Senda Darwin. «Diseñamos ‘cuarteles de plantación’ (cuadrículas) que facilitan el seguimiento y la optimización de las técnicas», explica Fitzek.
La selección de especies es un proceso meticuloso. Se estudian los remanentes de bosque original cercanos y la «vegetación potencial» del área, considerando factores como los vientos marinos. Así, se plantarán especies endémicas como coihue, canelo, ulmo, notro, arrayán y mañío, fundamentales para la biodiversidad local.
