Ciencia al rescate del Changle: Desarrollan cultivo sostenible para frenar su sobreexplotación

Tiempo de lectura: 2 minutos Un proyecto de la Universidad de La Frontera desarrolló una tecnología para cultivar este preciado hongo nativo de forma continua, representando una oportunidad económica para pequeños agricultores.
Un equipo de la Universidad de La Frontera desarrolló patentó un innovador sustrato que permite por primera vez el cultivo controlado del Changle (Ramaria sp.), uno de los hongos más cotizados y escasos de los bosques del sur del país.
La iniciativa, liderada por la Dra. Maribel Parada, académica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente y directora del Centro Biotecnológico de Estudios Microbianos (CEBEM), cuenta con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). El avance no solo tiene un gran valor científico, sino que también promete un impacto directo en la agricultura familiar campesina y la conservación de los ecosistemas.
Un avance científico contra la sobreexplotación
El Changle, al igual que otros hongos nativos como el Grifola Gargal, ha visto una drástica disminución de su presencia en los bosques chilenos. La recolección indiscriminada y los efectos del cambio climático amenazan su supervivencia, limitando su disponibilidad a una corta temporada anual. Este proyecto busca revertir esa tendencia.
«Cada año el Changle se ve disminuido. Grifola Gargal, que es uno de los hongos que hemos estado trabajando también, prácticamente ya no se ve (…) y poder obtener producción de hongos en forma sustentable y durante todo el año es una de las evaluaciones y resultados que apuntamos a conseguir», explica la Dra. Parada.
El hito más relevante de este trabajo es la obtención de una patente para el sustrato desarrollado. Este respaldo legal no solo protege la innovación, sino que la convierte en una herramienta concreta para los productores locales con los que el equipo ya colabora, ofreciéndoles una oportunidad real para diversificar sus cultivos de manera sostenible y rentable.
Una alianza por la seguridad alimentaria
Para probar la efectividad del sustrato, el equipo de la UFRO realizó una inoculación (propagación) del hongo en un entorno natural controlado. La prueba se llevó a cabo en un huerto de Robles ubicado en el Parque Ecológico y Cultural Rucamanque, un espacio que combina conservación, ciencia y desarrollo productivo en la Región de La Araucanía.
Marcos Rebolledo, representante regional de la FIA, subraya la relevancia de esta investigación para el país. «Los hongos en general y el Changle en particular tienen mucha presión humana y su stock natural ha ido disminuyendo. Por lo tanto, el proyecto de cuidado, protección y reproducción de hongos comestibles como el Changle o el Digüeñe, que también están trabajando, es muy relevante porque es una fuente importante en la seguridad alimentaria de la población», afirmó.