CONAF detecta nuevas poblaciones de palma chilena en la Región de Coquimbo

Tiempo de lectura: 2 minutos Un reciente monitoreo realizado en la provincia de Choapa reveló la existencia de nuevas poblaciones de palma chilena (Jubaea chilensis) que no estaban incluidas en los registros oficiales.
La palma chilena, uno de los árboles más icónicos y longevos del país, tiene un nuevo motivo para la esperanza. A fines de mayo, una prospección en terreno liderada por profesionales de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en la Región de Coquimbo confirmó la presencia de ejemplares de Jubaea chilensis en áreas que hasta ahora no formaban parte del catastro oficial.
El hallazgo se produjo en la provincia de Choapa y es el resultado de un esfuerzo por actualizar la información sobre la distribución de esta especie de cara a la publicación del nuevo Catastro de Vegetación y Uso de la Tierra este año.
Clasificada como una especie «Vulnerable«, la palma chilena enfrenta diversas amenazas, por lo que cada nuevo descubrimiento de poblaciones silvestres es fundamental para asegurar su supervivencia a largo plazo. Estas acciones de monitoreo no solo mejoran el conocimiento científico, sino que también fortalecen las estrategias de protección y manejo del patrimonio natural de Chile.
Mapeo revelador en la provincia de Choapa
La expedición de CONAF, que contó con la participación de expertos del Departamento de Monitoreo y de las oficinas regionales y provinciales, se centró en la cuenca del río Quilimarí. Hasta el último catastro, realizado en 2017, se habían identificado 53 polígonos con presencia de palma chilena en la región, cubriendo una superficie de 3.805 hectáreas. Sin embargo, las observaciones recientes sugieren que esta cifra se quedaba corta.
Los nuevos ejemplares fueron detectados principalmente en sectores al norte y sur de la localidad de Tilama, así como en las inmediaciones de la ruta D-37 y al norte del embalse Culimo. El equipo de CONAF también confirmó una alta densidad de palmas en laderas con exposición sur, sureste y suroeste, un patrón ecológico que contrasta fuertemente con las laderas de exposición norte, dominadas principalmente por matorral. Esta diferencia resalta la importancia de las condiciones microclimáticas para el desarrollo del denso bosque esclerófilo donde prospera la Jubaea chilensis.
Gracias a estos hallazgos, se proyecta un aumento significativo en la superficie registrada con presencia de esta especie en la provincia, lo que permitirá que nuevas áreas sean clasificadas oficialmente como «Tipo Forestal Palma» en el catastro nacional.
Implicancias para la conservación
Tener un conocimiento preciso sobre la distribución real de la palma chilena es crucial para diseñar e implementar políticas de conservación efectivas. Estos datos orientarán futuras estrategias de fiscalización para prevenir la tala ilegal, así como planes de restauración ecológica en zonas degradadas.
Además, el descubrimiento refuerza la importancia de proteger el ecosistema del bosque esclerófilo, del cual la palma chilena es una de sus especies más representativas y emblemáticas. La salud de estas palmeras está intrínsecamente ligada a la del bosque que las alberga. Por ello, las acciones de monitoreo y conservación impulsadas por CONAF no solo benefician a la Jubaea chilensis, sino que contribuyen a la resiliencia de todo el ecosistema frente a desafíos como la sequía y el cambio climático.