Newenche: La historia del huemul que cruzó el primer corredor biológico entre Chile y Argentina
Tiempo de lectura: 4 minutos Este evento confirma el éxito de una estrategia de casi dos décadas impulsada por la Fundación Huilo Huilo, y abre una nueva esperanza para sacar de la extinción al ciervo más amenazado de la Patagonia y repoblar la cordillera.
El huemul (Hippocamelus bisulcus) cumple un rol clave para la biodiversidad. Es considerado una «especie paraguas», lo que significa que beneficia a muchas otras especies que comparten su hábitat. Su estado de conservación, sin embargo, está actualmente catalogado bajo la categoría de «Peligro» en gran parte del territorio chileno.
Fue este crítico escenario lo que motivó a la Fundación Huilo Huilo, hace 25 años, a desarrollar un ambicioso protecto para reintroducir al huemul en la Región de Los Ríos. Este trabajo, que comenzó en 2005, este año celebra su mayor logro gracias a Newenche, un macho joven nacido en estado silvestre en el Centro de Conservación del Huemul del Sur de la Reserva Biológica Huilo Huilo en Chile. En el mes de febrero, el ejemplar cruzó de manera natural a la provincia de Neuquén, en Argentina, marcando un hito en materia de conservación.
El viaje de Newenche fue posible gracias a la creación de un vasto corredor biológico que se extiende por más de un millón de hectáreas, conectando la Reserva Biológica Huilo Huilo con los Parques Nacionales Lanín y Nahuel Huapi en Argentina. Eduardo Arias, jefe de Conservación de la Fundación Huilo Huilo, define a los corredores biológicos como «un ensamble de ecosistemas que permiten el tránsito de poblaciones de fauna silvestre sin perturbación por parte del ser humano».
Su importancia es crucial, ya que facilita «la trashumancia de la fauna, el intercambio genético y que los animales puedan ir implementando sus conductas de memoria migratoria«, explica Arias.

Créditos: Fundación Huilo Huilo
De la reintroducción a la consolidación de un santuario natural
El camino para llegar a este hito no ha sido fácil. En 2005, llegó Tukún y Pewún, la primera pareja de huemules traídos desde Villa O’Higgins, Región de Aysén. Ese mismo año tuvieron a Fochem, la primera cría nacida bajo un ambiente controlado en el mundo. Pero el proyecto enfrentó un duro golpe en 2006 con la muerte de uno de los ejemplares por un disparo.
Esta tragedia no detuvo los esfuerzos de conservación y, lentamente, la población comenzó a crecer bajo el cuidado de un equipo de guardaparques y un riguroso monitoreo.
Los hitos clave llegaron en 2016, con la primera reintroducción autorizada de un grupo de machos, y en 2020, con el nacimiento de la primera cría en estado silvestre en la zona después de décadas. Estos éxitos demostraron que los huemules no solo podían sobrevivir, sino también prosperar y reproducirse sin intervención humana directa, derribando una a una las teorías que ponían en duda la viabilidad del proyecto. Este avance sentó las bases para la siguiente fase: la expansión territorial y la colaboración transfronteriza.

Créditos: Fundación Huilo Huilo
Newenche: Símbolo de esperanza para repoblar los Andes
El cruce de Newenche, que en mapudungun significa «fuerza de gente«, se adelantó a todas las proyecciones. Su viaje activó de inmediato los protocolos de colaboración entre la Reserva Biológica Huilo Huilo y la Administración de Parques Nacionales de Argentina (APN).
Según Rodolfo Menichetti, director ejecutivo de la Fundación Huilo Huilo, este corredor es el resultado de años de trabajo público-privado y binacional. «Demuestra de manera concreta cómo podemos proteger al huemul y lograr el objetivo de repoblar nuestra cordillera«, afirma Menichetti. El éxito se basa en acciones coordinadas, como el control de fauna exótica -perros asilvestrados y ganado- y el trabajo con las comunidades a ambos lados de la cordillera.
Para garantizar su seguridad y la del resto de la población, el monitoreo tecnológico es fundamental. El equipo utiliza collares con telemetría VHF y está migrando a collares GPS que entregan la ubicación en tiempo real, permitiendo una reacción inmediata ante amenazas como la caza furtiva.
Menichetti destaca que Newenche, «representa esa esperanza de que el trabajo bien hecho puede permitir recuperar la flora y fauna nativa«. Este hito es la concreción de un sueño que ha superado enormes desafíos, desde aprender sobre una especie poco conocida hasta sortear las diferencias administrativas y legales entre ambos países.

Francisca Ruiz, Jefa de Guardaparques de Fundación Huilo Huilo, en labores de monitoreo de los ejemplares de huemul. Créditos: Fundación Huilo Huilo
Hacia una repoblación del huemul en el sur de Chile
Con este éxito, el proyecto entra en su tercera fase: el repoblamiento. Tras una primera etapa de reproducción controlada y una segunda de reintroducción a la vida silvestre, el objetivo ahora es que los huemules nacidos en Huilo Huilo colonicen sus antiguos territorios.
«El desafío es volver a repoblar la zona y ojalá todas las zonas donde el huemul existió en el pasado, que según estudios, era hasta Rancagua», concluye Menichetti.
Durante el mes de agosto, Fundación Huilo Huilo impartirá un seminario dirigido a distintas organizaciones para trabajar de manera conjunta en la monumental tarea de repoblamiento del huemul.