Petrel gigante y golondrinas de mar regresaron a su hábitat tras exitoso rescate en Antofagasta
Tiempo de lectura: 2 minutos El petrel había quedado atrapado en aparejos de pesca, mientras que las golondrinas de mar se desorientaron por la contaminación lumínica de la ciudad.
En un esfuerzo conjunto, profesionales y voluntarios del Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Antofagasta (CREA) y personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) liberaron a siete aves marinas en la bahía de Antofagasta. La liberación incluyó un ejemplar de Petrel Gigante Antártico (Macronectes giganteus) y seis ejemplares de golondrinas de mar (Oceanites oceanicus), también conocidas como petreles pequeños.
El Petrel Gigante Antártico, un ave oceánica que recorre las costas de todo el hemisferio sur, fue encontrado en el borde costero de Antofagasta con múltiples heridas causadas por aparejos de pesca. Por su parte, las seis golondrinas de mar, aves migratorias que habitan entre Ecuador y la región de Coquimbo, fueron rescatadas tras desorientarse por la iluminación artificial nocturna de la ciudad.
Impacto de los desechos pesqueros
El petrel gigante fue hallado en el sector del Parque de los Eventos con varias líneas de pesca enredadas en su cuerpo y anzuelos incrustados. Según relató el médico veterinario del CREA, José Montalbán, aunque la mayoría de los anzuelos estaban en el plumaje, uno de ellos había perforado una de las patas del ave, causándole una herida de gravedad.
Tras una coordinación efectiva con el SAG, el petrel fue trasladado al centro de rescate en el Campus Coloso de la Universidad de Antofagasta. Allí recibió un tratamiento con analgésicos, antiinflamatorios, suplementos vitamínicos y una intensa hidratación. Montalbán destacó la importancia de una rápida rehabilitación para devolver a estas aves a su entorno lo antes posible, evitando el estrés del cautiverio.
Amenazas de la contaminación lumínica
Las golondrinas de mar enfrentan una amenaza diferente pero igualmente peligrosa: la contaminación lumínica. Estas pequeñas aves, que anidan en cavidades terrestres, evolucionaron para guiarse en la oscuridad hacia el mar. El ex director del CREA, Dr. Carlos Guerra Correa, explicó que la luz artificial de las ciudades, un fenómeno inexistente durante la mayor parte de su historia evolutiva, las desorienta.
Actualmente, se están implementando planes para mitigar este impacto, fomentando la colaboración de la comunidad para reportar y rescatar a estas aves. Por su parte, el encargado de fauna del SAG en Antofagasta, Oscar Cárcamo, hizo un llamado a los pescadores a tener un mayor cuidado con sus elementos de pesca para prevenir estos accidentes que amenazan la biodiversidad marina.