Alerta en el norte: Liebre europea invade el Desierto de Atacama y amenaza a la chinchilla
Tiempo de lectura: 2 minutos Un reciente estudio de la Universidad de Chile confirmó la presencia de la liebre europea (Lepus europaeus) en el Desierto de Atacama. La especie invasora, mantiene a especies nativas bajo amenaza.
La liebre europea (Lepus europaeus), introducida en Chile hace más de un siglo, se había distribuido por gran parte del territorio, pero los ambientes extremos del Desierto de Atacama habían frenado su avance. Sin embargo, la investigación «Invading extreme environments», liderada por el investigador del Centro de Estudios de Vida Silvestre de la Universidad de Chile, Gabriel Lobos, descubrió heces y rastros de esta especie, encendiendo las alarmas de la comunidad científica.
El impacto de esta invasión podría ser devastador. Los ecosistemas desérticos y semidesérticos del norte se caracterizan por una vegetación escasa pero con un alto grado de endemismo. La liebre, como herbívoro voraz, altera directamente la estructura de estas formaciones vegetales únicas. Pero la amenaza más directa es la competencia con la fauna nativa. «Acá tenemos especies que son bastante sensibles y que están muy amenazadas, como son por ejemplo las chinchillas», advierte el investigador.
Específicamente, tanto la chinchilla de cola corta (Chinchilla chinchilla) en el altiplano como la chinchilla de cola larga (Chinchilla lanigera) en la costa, ambas en peligro crítico, dependen de la mínima vegetación que existe en sus áridos hábitats. La llegada de un competidor tan adaptable como la liebre podría ser el golpe final para sus ya vulnerables poblaciones.
El complejo dilema de su control: ¿presa o plaga?
Controlar la expansión de la liebre presenta un complejo dilema ecológico. Si bien el animal es una plaga, también se ha integrado a la cadena trófica de manera inesperada. «Hoy día, en Chile central, si tú analizas la dieta de los zorros culpeo o del mismo puma, el mayor componente son liebres. Ellos han ido cambiando su nicho trófico y adaptándose a esta especie invasora», señala Lobos.
Eliminar por completo a las liebres podría, paradójicamente, generar un impacto negativo en los depredadores nativos que ahora dependen de ellas como principal fuente de alimento. Se espera que, con el tiempo, los depredadores del norte, como zorros y pumas andinos, también empiecen a cazar esta nueva presa, pero el proceso no es inmediato. Mientras tanto, el daño a los herbívoros endémicos podría ser irreversible.
El estudio también revela una fuerte asociación entre la presencia de liebres y los canales de regadío, lo que sugiere un impacto económico en la agricultura de valles como los de los ríos Loa, Azapa y Yuta. A diferencia del conejo, para el cual se han usado métodos de control biológico como la mixomatosis, las acciones contra la liebre se han limitado principalmente a la caza. Por ello, los expertos subrayan la urgencia de monitorear su avance y estudiar a fondo su impacto para diseñar estrategias de manejo efectivas, especialmente en áreas críticas para la conservación de la chinchilla y otros tesoros de la biodiversidad del norte de Chile.