Estudiantes mapean el riesgo de Influenza Aviar H5N1 en Humedal del Maipo
Tiempo de lectura: 2 minutos Dos estudiantes de enseñanza media identificaron cómo las interacciones entre aves silvestres y de corral en áreas agrícolas del Humedal del Río Maipo potencian la diseminación del virus H5N1.
Dos estudiantes de enseñanza media del Centro de Investigación Científica Escolar (CICE) lideraron una investigación en el Humedal del Río Maipo que revela cómo la interacción entre aves silvestres y de corral eleva el riesgo de transmisión de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), causada por el subtipo H5N1.
Amanda Monasterio y Angelina Rodríguez se embarcaron en este proyecto con el objetivo de comprender mejor los riesgos asociados a la influenza aviar. «La investigación nació porque queríamos trabajar en un tema que uniera la salud de las personas con la de los ecosistemas«, explica Amanda Monasterio.
El trabajo se desarrolló entre marzo y junio de 2025, enfocándose en la gaviota dominicana ( Larus dominicanus), el pelícano ( Pelecanus thagus) y el yeco (Phalacrocorax brasilianus), especies abundantes en la zona y consideradas reservorios potenciales del H5N1. «Que un ave sea llamada ‘reservorio de un virus‘ significa que puede portar un virus sin mostrar síntomas de enfermedad. En otras palabras, el ave va a aparecer sana, pero igual puede estar transmitiendo el virus a otras aves e, incluso, a otros animales», explica Monasterio.
Las estudiantes utilizaron metodologías de observación directa –puntos fijos para registrar la riqueza de especies y transectos lineales para cuantificar la abundancia de las aves clave– en tres sectores del humedal, desde la costa hacia el interior.
Esta aproximación, destacan, representó un desafío metodológico significativo. «Una de las partes más desafiantes fue el hecho de poder lograr buscar una metodología que realmente se adaptara a nosotras«, comenta Angelina Rodríguez.
Zonas agrícolas, focos de alto riesgo
Los datos recopilados por Amanda y Angelina desvelaron una compleja relación entre la abundancia de aves, el paisaje y el riesgo de transmisión del H5N1. Contrario a lo que podría esperarse, la mayor concentración de aves reservorio en la zona costera no implicaba el mayor riesgo de contagio. «En la costa hay más cantidad de aves silvestres, pero hay bajo riesgo de contagio por la escasa interacción que tienen estas aves reservorio con aves domésticas», explica Angelina.
La sorpresa llegó al analizar los sectores interiores del humedal. Aquí, a pesar de una menor cantidad de aves silvestres reservorio, el riesgo de transmisión se disparaba. ¿La razón? La proximidad a actividades agrícolas y la presencia de aves de corral.
«En sectores interiores, hay menos cantidad de aves reservorio pero hay mayor riesgo de transmisión ya que esto está asociado a la presencia de aves de corral y las actividades agrícolas que hay en ese sector», puntualiza Rodríguez. Esto significa que la interfaz entre la fauna silvestre y las actividades humanas, especialmente en zonas con aves de traspatio, crea un entorno propicio para el salto y la amplificación del virus.
El estudio de las estudiantes resalta la urgencia de implementar estrategias de vigilancia sanitaria diferenciadas y un enfoque «Una Salud». Este enfoque integra factores ecológicos, productivos y sociales para una gestión más efectiva de la salud.
Respecto a las implicancias del estudio, las investigadoras esperan difundir sus resultados a una mayor cantidad de personas. «Uno de nuestros principales objetivos es la divulgación, y queremos participar de la mayor cantidad de espacios para compartir nuestros resultados», mencionan.