Ríos y humedales: Pilares vitales para hacer frente a la crisis climática

Tiempo de lectura: 2 minutos El biólogo de la Universidad de Talca, Mauricio Quiroz, subraya la urgencia de proteger estos ecosistemas para mitigar los impactos de fenómenos climáticos extremos.
Los ríos y humedales representan las arterias vitales del planeta, fundamentales en la lucha contra la creciente crisis climática. Así lo enfatiza el biólogo e investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Talca, Mauricio Quiroz, quien destaca su rol insustituible en la preservación de la biodiversidad y como proveedores de valiosos recursos ecosistémicos para las comunidades.
Según Quiroz, estos sistemas continentales de agua dulce no solo son cruciales para movilizar minerales y nutrientes, sino que también actúan como «pulmones del planeta». Los humedales, en particular, funcionan como sumideros naturales de dióxido de carbono, ayudando a mitigar el efecto invernadero. Sin embargo, su actual degradación compromete seriamente esta capacidad vital.
«Es importante la conservación de este tipo de ecosistemas y entender cuál es la función que tienen. Porque, además de la función ecológica, los ríos y humedales, aportan recursos ecosistémicos que son todos aquellos beneficios que nosotros obtenemos de estas fuentes de agua», señala el profesor.
Impacto del cambio climático
Chile no es ajeno a las consecuencias directas de la alteración de estos ecosistemas. El profesor Quiroz menciona las recientes inundaciones en Talca como un claro ejemplo de cómo la intervención humana en los cauces de los ríos, obstruyendo su flujo natural, favorece desbordes catastróficos. Paralelamente, la disminución de las precipitaciones provoca el estrechamiento de los ríos, lo que restringe el transporte de nutrientes esenciales hacia la costa.
En los humedales, la vulnerabilidad se manifiesta de formas aún más evidentes. Se ha observado a aves utilizando plásticos para construir sus nidos, un indicador alarmante de la contaminación. La presencia de micro y nanoplásticos, que llegan a través de desechos o del lavado de ropa sintética, se acumula en estos ecosistemas, generando un impacto desconocido pero potencialmente devastador en la cadena trófica y la salud ambiental.
Hacia una gestión integral y sostenible
Ante este panorama, el académico Mauricio Quiroz hace un llamado urgente a posicionar a los ríos y humedales en el centro de las estrategias de adaptación climática de Chile. Esto implica desarrollar una conservación activa que vaya más allá de la protección pasiva, implementando un ordenamiento territorial que respete los cauces naturales y las zonas de amortiguación de estos ecosistemas.
Adicionalmente, reforzar el control de la contaminación, tanto de origen industrial como doméstico, y fomentar una educación ambiental efectiva que genere conciencia sobre el valor intrínseco y los servicios ecosistémicos que nos brindan estos entornos.