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Fotógrafo chileno cuenta cómo tomó la imagen ganadora del Gran Premio Audubon 2025

Fotógrafo chileno cuenta cómo tomó la imagen ganadora del Gran Premio Audubon 2025
Créditos: Felipe Toledo Alarcón

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Tiempo de lectura: 2 minutos Detrás de cada gran fotografía hay una historia, y la del Martín Pescador que le valió a Felipe Toledo el máximo honor en los Audubon Photography Awards es una de paciencia, estrategia y pasión por la ciencia.

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El fotógrafo y biólogo marino chileno Felipe Toledo Alarcón ha capturado la atención mundial al obtener el «Gran Premio» de los prestigiosos Audubon Photography Awards. La imagen ganadora muestra el sorprendente momento de caza de un Martín Pescador (Megaceryle torquata).

Toledo relató a Cooperativa Ciencia los detalles de la captura de su imagen ganadora. La fotografía fue tomada hace aproximadamente un año en el Parque Saval, en Valdivia, mientras Toledo y un colega documentaban los rituales de apareamiento de ranas chilenas y recolectaban material para un documental sobre humedales en Chile. Fue en este contexto que una pareja de martines pescadores comenzó sus faenas de caza en la laguna.

«El macho empezó a lanzarse una y otra vez sin mucha suerte, pero cada intento lo acercaba más a nuestra posición. Ahí vimos la chance de intentar hacer fotografías con él y, en uno de esos lances, como en el sexto, pude tomar la fotografía ganadora», explica Toledo.

La caza perfecta detrás de la lente en Valdivia

La imagen congela el momento preciso en que el Martín Pescador emerge explosivamente del agua, un despliegue de «precisión, energía y belleza«, según la jueza Natalia Ekelund. Toledo, con una Sony Alpha 7 IV y un lente de 200-600 mm, configuró su cámara para capturar la acción a alta velocidad, logrando un foco perfecto en pleno movimiento y un juego de luces que transmite toda la intensidad del instante.

El martín pescador, el más grande de las seis especies de su tipo en América, se distribuye desde Texas hasta el sur del continente. Estas aves evitan la competencia alimentaria persiguiendo presas desde diferentes alturas, y el Megaceryle torquata se posa hasta a nueve metros sobre el agua antes de su potente zambullida para capturar peces medianos.

La paciencia y el conocimiento del comportamiento animal fueron clave para Toledo, quien destaca que «después de un rato sin moverte, uno empieza a formar parte del paisaje, y los animales siguen haciendo su vida normal».

Ciencia y ética en la fotografía de naturaleza

La formación como biólogo marino de Felipe Toledo ha sido un pilar fundamental en su trabajo fotográfico. «El conocimiento de las especies, cómo se comportan, cómo viven, cómo interactúan con el ecosistema, amplifica mis chances de obtener registros porque sé cómo viven,» afirma.

Esta comprensión científica le permite elegir los mejores momentos y ubicaciones para sus tomas, pero más allá de la técnica, Toledo enfatiza la ética y el respeto por la naturaleza. «Siento como fotógrafo que tenemos una responsabilidad de cuidar el ecosistema y, como fotógrafo y biólogo, tengo una doble responsabilidad,» señala.

Su rigor se traduce en un firme compromiso de no molestar ni perturbar a los animales para obtener una fotografía, rechazando cualquier fin egoísta. «No vale la pena ir más allá y molestar a un animal para poder obtener una fotografía», sentencia.

El hecho de que la fotografía haya sido tomada en Valdivia, ciudad donde Toledo reside, añade un valor especial al premio, que este año expandió su alcance por primera vez, incluyendo concursos específicos para fotógrafos de Colombia y Chile.


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