Salud Mental al Día: ¿Qué es el trastorno de personalidad límite?
Tiempo de lectura: 3 minutos En el último capítulo de Salud Mental al Día, el psicólogo y director de investigación de MIDAP, Alex Behn, entregó las claves del diagnóstico temprano y su importancia para combatir los estigmas sociales.
El trastorno de personalidad límite (TLP) suele manifestarse en la adolescencia. ¿Existe un tratamiento? ¿De qué manera impacta en la vida de los pacientes? Son algunas de las interrogantes que el psicólogo y director de investigación del Instituto Milenio para la Investigación de la Depresión (MIDAP), Alex Behn, respondió en el último capítulo de la primera temporada de Salud Mental al Día.
Definido como un «tipo de trastorno que afecta ciertas funciones que todos los seres humanos tenemos» de acuerdo con el investigador, también afecta «la manera en la que nos relacionamos con las personas».
«Las personas que presentan un trastorno de la personalidad, tienen precisamente dificultades muy dolorosas y que afectan mucho su funcionamiento en cómo se ven a sí mismos, su sentido de autodirección (…)», explicó el profesor de la Universidad Católica.
Entre los signos iniciales en el trastorno se encuentran las desregulaciones emocionales, donde «falla la sensibilidad emocional, la reactividad y la hipersensibilidad al rechazo».
Pese a que los antecedentes podrían ser un punto de inflexión, Behn explicó que «todavía no alcanza a configurar un cuadro clínico».
«Es bien grave pensar así, porque, de hecho, el período más difícil del TLP, y más peligroso, (…) se da precisamente en la adolescencia y en la adultez temprana», advirtió. En este sentido, el doctor en Psicología Clínica desmitifica la idea de que la adultez es el período donde puede ser diagnosticado un paciente.
Impacto en las familias
En esta misma línea, las condiciones y trastornos ligados a la salud mental muestran un gran impacto en el círculo cercano del paciente. En el caso del TLP, no es una excepción.
El especialista destaca la relevancia de comprender el trastorno para no caer en estigmas. En cuanto al tratamiento, la psicoterapia se sitúa como la mejor alternativa, en algunos casos, acompañada de psicofármacos para regular la impulsividad.
«Las psicoterapias están bien optimizadas para ayudar, específicamente, con técnicas e intervenciones. Cuando las personas reciben este tipo de tratamientos basados en la evidencia, la recuperación es posible«, destacó Behn.
Por estos motivos, el no acceder a un tratamiento tiene como consecuencia la permanencia de un trastorno que no pasará desapercibido en etapas más adultas, específicamente, porque «si alguien tiene TLP en la infancia y no se trata, lo va a tener en la adultez. O, cuando llegue a la adultez, los costos asociados a ese trastorno van a ser inmensos».
Para el investigador, la identificación y tratamiento temprano «salva vidas», dado que «iniciar tratamientos basados en la evidencia realmente hace que las personas no tengan que llegar a la adultez habiendo pasado por ocho colegios distintos, estigmatizados».
La deficiencia en el sistema de salud chileno
La falta de Garantías Explícitas en Salud (GES) dirigidas al tratamiento del TLP y la baja capacidad para proponer tratamientos basados en evidencia son el talón de Aquiles del sistema de salud Chile que plantea el investigador.
«Es mucho el trabajo que hay que hacer entrenando a profesionales de la salud pública en tratamientos breves que sí sean efectivos (…). Hay que hacer mucha investigación para poder generar tratamientos que tengan evidencia local, que sirvan para Chile y que puedan implementarse en el sistema público», afirmó el investigador.
En el caso del diagnóstico, la metodología se basa en criterios para realizar entrevistas clínicas. Mientras que otro método accesible y que funciona como un buen indicador es el «autoreporte», que permite llegar con alta precisión a diagnósticos rápidos.
Finalmente, Behn explicó que el diagnóstico sensible, formal y claro es clave para que los pacientes lleven una mejor calidad de vida y vínculo con las personas cercanas, de forma que también puedan entender las señales que necesitan atención.
«Es usual que cuando las personas llegan como adultos a consultar, han pasado por cuatro, cinco, seis profesionales (…). El diagnóstico es información a la cual nuestros pacientes tiene derecho (…). Cuando ese diagnóstico es comunicado de una forma sensible, informada, actualizada, es un paso muy importante en la recuperación de las personas», expresó.