Investigación chilena revela la capacidad de los escorpiones para enfrentar la crisis climática
Tiempo de lectura: 2 minutos Con largos años de existencia, los escorpiones Brachistosternus han sabido distribuirse a lo largo de la región Latinoamericana contra todas las condiciones extremas.
Los escorpiones se distribuyen principalmente en la región andina y en zonas áridas del Sur y Este de Sudamérica. Para comprender la morfología, comportamiento y desplazamiento del escorpión Brachistosternus, el estudiante de Doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad de La Serena, Jeison Barraza, lidera una investigación sobre estas antiguas especies.
Entre las observaciones de 55 ejemplares, Barraza destaca que el origen de «este género aparece entre el sur de Perú y el norte de Chile, y de este punto se comenzó a dar el proceso de dispersión por todo el continente (…), el cual penetró progresivamente a estas zonas áridas e hiperáridas».
Respecto a su ubicación, los escorpiones son capaces de adaptarse a las condiciones, lo que les permite habitar zonas como en parque naturales, en la pampa argentina y a grandes alturas sobre el nivel del mar. «Es un género que se ha adaptado a condiciones muy diferentes entre sí, a pesar de ser un género de especies que comparten un ancestro en común, tienen diferentes ubicaciones actualmente», detalla el investigador.
El investigador plantea en su hipótesis que las zonas condiciones áridas y elevaciones en la región son los principales factores que permitieron su persistencia en distintos puntos, aún cuando enfrentan condiciones extremas.
Un legado que perdura
De acuerdo con el análisis, agregar los datos de la distribución ancestral de las especies es crucial «para poder modelar mejor cómo va a ser la distribución de las especies ante eventos de cambios climático». Además, Barraza explica que las herramientas que utilizó durante su tesis de investigación le permitieron indagar en detalles de otras especies que habitan el cono Sur.
Por otro lado, como destaca el investigador, el mapeo utilizado, curiosamente, puede ser aplicado a campañas de salud pública o instancias informativas sobre los efectos del cambio climático en la vida de distintas especies. Basándos en distintos puntos de referencia, se realiza una proyección a futuro que le entregará información valiosa que puede ayudar a robustecer los datos y predicciones a largo plazo de las secuelas que puede dejar este fenómeno en la biodiversidad y sus capacidades de adaptación.
«También se puede trabajar desde un punto de vista de salud pública en el cual podemos tomar estas especies que son de interés para el hombre y tratar de apoyar el trabajo de epidemiólogos y de salud pública en Chile», afirma Barraza.
