En vivo 🟠 SEÑAL ONLINE

Menstruación y salud: La «regla de los siete» para identificar un ciclo normal

  -

Tiempo de lectura: 2 minutos La ginecóloga Andrea Von Hoveling entrega las claves para identificar cuándo un ciclo es saludable, desmitifica el dolor extremo y alerta sobre la endometriosis.

Comparte:

A pesar de los avances sociales y la apertura en temas de salud, la menstruación sigue siendo un tema tabú: desde esconder una toalla higiénica camino al baño hasta evitar nombrarla por su nombre. Sin embargo, especialistas en salud femenina recalcan que entender el ciclo menstrual no solo es una cuestión de educación sexual, sino de salud pública.

La ginecóloga e integrante de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, Andrea Von Hoveling, advierte que esta falta de diálogo impide identificar a tiempo patologías importantes. «Si transmito que es algo sucio, también transmito pudor y vergüenza. Pero cuando nos damos cuenta de que la menstruación es consecuencia directa de la ovulación y de nuestra fertilidad, el tema se naturaliza», explica la especialista.

La educación sobre este quinto signo vital debe ser integral, involucrando no solo a las niñas que están por menstruar, sino a niños y adultos, normalizando el proceso como una eliminación de sangre y tejido endometrial que ocurre cuando no hay embarazo, sin heridas e, idealmente, sin sufrimiento incapacitante.

¿Qué es un ciclo menstrual normal? La regla de los siete

Para poder detectar anomalías, es fundamental conocer los parámetros de normalidad. Según Von Hoveling, existe una gran confusión incluso en cómo se cuenta el ciclo. Este debe medirse desde el primer día de sangrado hasta el primer día de la siguiente menstruación, y no desde que termina el sangrado.

La experta comparte una fórmula sencilla para el auto-monitoreo, denominada la «regla de los siete»:

  • La menstruación debe durar siete días o menos.

  • Se deben utilizar siete productos menstruales (toallas o tampones) o menos al día. Si el sangrado obliga a cambiar el producto con una frecuencia mayor, es motivo de consulta.

Respecto a la regularidad, esta varía según la etapa de la vida. «En los primeros cinco años tras la menarquia (primera regla), los ciclos pueden fluctuar entre 21 y 45 días. En la edad adulta, el parámetro se restringe a entre 24 y 38 días«, detalla la ginecóloga. Salirse de estos márgenes podría indicar condiciones como hipotiroidismo, síndrome de ovario poliquístico o trastornos de coagulación que a menudo pasan desapercibidos por la normalización familiar de los síntomas.

Mitos del crecimiento y la alerta de la endometriosis

Una de las preocupaciones frecuentes en las familias chilenas es si la llegada de la menstruación detiene el crecimiento de las niñas. La doctora aclara que el sangrado no frena la estatura, sino que indica una maduración ósea. «Generalmente, tras la primera regla, quedan entre 2 y 5 centímetros por crecer. No es que cese el crecimiento, sino que termina el ‘estirón’ puberal», puntualiza, desaconsejando tratamientos hormonales innecesarios para frenar la pubertad solo con fines estéticos de altura.

Sin embargo, destaca que no debería ser normalizado el dolor. Von Hoveling es enfática: si el dolor menstrual impide ir al colegio o trabajar, si no cede con antiinflamatorios o si es progresivo con la edad, podríamos estar frente a una endometriosis.

Esta enfermedad inflamatoria, donde el tejido endometrial crece fuera del útero (en ovarios, trompas o peritoneo), puede causar infertilidad y dolor crónico. «Si el dolor no mejora con medicamentos o vuelve a aparecer a pesar del uso de anticonceptivos, hay que pensar que podemos estar frente a una enfermedad. La menstruación es natural, pero no significa que se tenga que padecer», concluye la especialista.


Te puede interesar