Glaucoma: ¿Cómo prevenir la primera causa de ceguera en el mundo?
El glaucoma es una causa de la atrofia progresiva del nervio óptico, encargado de transmitir la información hasta el cerebro. Esto genera una pérdida progresiva e irreversible de la visión, llegando a producir ceguera total en el caso que no se diagnostique ni trate a tiempo.
En el mundo hay al menos 2.200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante, según la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, en casi en la mitad de los casos, la discapacidad visual podría haberse evitado.
El doctor Leonidas Traipe, oftalmólogo de Clínica Las Condes, explica que “si este tratamiento se inicia de forma temprana es posible detener la evolución del glaucoma y así prevenir una futura pérdida irreversible de visión en el paciente”.
En nuestro país se estima que sobre el 2% de la población que tiene más de 40 años la padecen, cifra que sube cerca del 4% a partir de los 70 años, cuando los daños son mucho más graves y comprometen mayormente al campo visual.
Para el año 2040, 111,8 millones de personas padecerían esta enfermedad, que representa la primera causa de ceguera a nivel mundial. “Es una enfermedad irreversible. No hay forma de recuperar el daño que se produce, porque mueren las células que forman parte del nervio óptico. Al contrario de la catarata que también produce ceguera, una vez que el paciente se opera recupera su visión, no así con el glaucoma”, agrega el Dr. Traipe.
Causas de la enfermedad
La mayoría de los casos de glaucoma se originan por el aumento de la presión intraocular, pero se desconoce el motivo exacto por el cual se origina. La gran mayoría de las personas que están ciegas por glaucoma se concentran en dos grupos:
- Quienes nunca supieron que tenían glaucoma: Descubren su enfermedad cuando los síntomas de mala visión ya están avanzados. Por eso es importante hacerse revisiones oftalmológicas en forma periódica (al menos cada 1-2 años desde los 40 años en adelante). Especialmente en personas con factores de riesgo.
- Quienes tienen un diagnóstico de glaucoma: Generalmente son pacientes que iniciaron su tratamiento, pero luego abandonan los controles. Dado que el glaucoma es una enfermedad asintomática que requiere tratamiento y controles durante toda la vida, con frecuencia se produce el abandono del control.
Factores de riesgo
Edad: A mayor edad más riesgo de glaucoma. Hay estudios que muestran que cerca del 10% de los mayores de 75 años podrían tener glaucoma.
Nivel de Presión Intraocular: A mayor presión ocular más riesgo de desarrollar glaucoma y en pacientes con glaucoma, un mayor nivel de presión intraocular al diagnóstico está asociada con enfermedad de mayor severidad y más difícil manejo.
Antecedentes Familiares: Especialmente en pacientes con familiares de primer grado con glaucoma (padre, madre o hermanos) el riesgo es más elevado.
Tener la córnea delgada: Especialmente en pacientes con hipertensión ocular, se ha visto que tener la córnea más delgada aumenta el riesgo de convertirse en glaucoma.
Miopía: Hay varios factores más que se han asociado a glaucoma, pero son de menor prevalencia, pues se ha observado cierta relación en aquellos pacientes que tienen miopía y posteriormente glaucoma.
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
Es estrictamente necesario realizar exámenes periódicamente para estudiar la presión ocular. Mientras antes se diagnostique la enfermedad, menor será el avance y, por ende, mantendrá su visión en mejores condiciones.
“Esta enfermedad no implica inicialmente una pérdida en la agudeza visual, sino del campo visual, en el fondo se va perdiendo la visión del entorno. Cuando el defecto va avanzando en general se empieza a acercar al centro de fijación y ahí el paciente se da cuenta de la pérdida visual”, destaca el oftalmólogo de Clínica Las Condes.
Tratamiento
Al ser una enfermedad irreversible, lo importante es frenar a tiempo la progresión del daño en las células. “Se realizan tratamientos médicos con gotas, láseres o cirugías en el que todos tienen por objetivo bajar la presión intraocular para detener la progresión”, detalla el Dr. Traipe. De ahí la importancia de la periodicidad en los controles oftalmológicos sobre todo si existen factores de riesgo, pues podrían prevenir y evitar la ceguera absoluta en ambos ojos.
Fuente: Clínica Las Condes