Alza de intoxicaciones por consumo de hongos silvestres: ¿Cuáles son los síntomas?
Tiempo de lectura: 2 minutos El Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC) y la Fundación Fungi han encendido las alarmas ante esta situación, instando a la población a extremar precauciones durante la recolección y consumo de estas especies.
El otoño es una temporada esperada por muchos aficionados a la micología y recolectores de hongos en la zona centro, sur y sur austral de Chile. Sin embargo, esta fascinación por la diversidad fúngica viene acompañada de un riesgo creciente: las intoxicaciones por consumo de especies no comestibles o tóxicas.
En lo que va del año, el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC) ha registrado 31 casos de ingesta de hongos que requirieron atención, de los cuales 12 ocurrieron solamente en el mes de abril. Estas cifras contrastan marcadamente con el mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 18 casos en total y apenas 4 durante abril.
«Hacemos un fuerte llamado a la prevención. Ya sea por desconocimiento o por exceso de confianza, muchas personas se aventuran a recolectar hongos para su consumo, resultando en intoxicaciones que comprometen no sólo a pacientes adultos, sino también a niños», señala Marli Bettini, Subdirectora del CITUC.
Los síntomas derivados de estas intoxicaciones son variados y pueden incluir dolor abdominal, diarrea, mareos, vértigo, vómitos, alteración del estado de conciencia, alucinaciones, cefaleas e incluso falla renal, comprometiendo seriamente la salud de los afectados.
Especies tóxicas que pueden engañar
Uno de los principales factores de riesgo es la similitud entre algunas especies de hongos tóxicos y aquellos que son comestibles. «Son similares en forma y color, e incluso recolectores experimentados pueden confundirse. La única manera de recolectar y consumir hongos de forma segura es con conocimiento profundo, o bien acompañado por personas expertas y confiables», advierte Giuliana Furci, directora ejecutiva de Fundación Fungi y asesora del CITUC durante dos décadas.
Un ejemplo claro de esta confusión es el hongo Clitocybe nuda (también conocido como Lepista nuda), una especie popularmente reconocida como comestible. No obstante, a raíz de casos de intoxicación asociados a su consumo, Fundación Fungi, con el apoyo del Dr. Bryn Dentinger de la Universidad de Utah, investigó las «Lepista/Clitocybe» en Chile.
El estudio concluyó la existencia de otra especie de Lepista, hasta ahora no identificada formalmente, que contiene micotoxinas y cuya diferenciación solo es posible mediante análisis molecular. Por ello, la recomendación actual es abstenerse de consumir Lepista nuda hasta disponer de más información.
Es crucial recordar que en Chile existen especies altamente peligrosas como la Amanita phalloides, conocida como el «hongo de la muerte«, que ya ha causado el fallecimiento de dos personas durante 2024. Ante este panorama, la consigna de los expertos es clara: «ante la duda, abstenerse«.
¿Qué hacer en caso de sospecha de intoxicación?
Si una persona presenta síntomas tras consumir hongos silvestres, es fundamental actuar con rapidez. «Es fundamental consultar de inmediato, llamando al número del CITUC o acudiendo al centro de urgencias más cercano. También es importante conservar una muestra del hongo, si es posible, para facilitar su identificación», enfatiza Bettini.
La celeridad en la consulta es especialmente crítica si los afectados son niños, niñas o personas mayores. En caso de emergencia, el CITUC está disponible las 24 horas, todos los días del año, en el número 22 635 3800. La prevención y la información son claves para disfrutar de la naturaleza sin poner en riesgo la salud.