Claudia Troncoso, nutricionista: «La prevención de la demencia comienza en la infancia»

Tiempo de lectura: 2 minutos La especialista participó en un estudio sobre demencia, que advierte que el 45% de los casos de esta condición a nivel mundial pueden atribuirse a 14 factores de riesgo modificables.
La demencia es una enfermedad crónica no transmisible que ha ido en aumento con los años. De acuerdo con la Encuesta de Dependencia, la prevalencia de demencia en Chile alcanza un 7,1% en personas de 60 años y más. Es en este escenario que avanzar en la comprensión de esta enfermedad a través de la ciencia resulta cada vez más importante.
Un reciente estudio publicado en The Lancet sobre demencia, y que contó con participación chilena, advierte que el 45% de los casos de esta condición a nivel mundial pueden atribuirse a 14 factores de riesgo modificables.
La investigación, liderada por el Dr. Carlos Celis de la University of Glasgow, y con la participación de investigadoras de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) a través del Centro de Investigación en Educación y Desarrollo (CIEDE), propone un cambio fundamental: en lugar de centrarse exclusivamente en el adulto mayor, insta a comprender el envejecimiento como un proceso continuo. Esto implica que las acciones de promoción y prevención deben iniciarse en etapas tempranas de la vida.
Los 14 factores de riesgo modificables identificados son: bajo nivel educativo, pérdida auditiva, colesterol LDL alto, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, consumo excesivo de alcohol, traumatismos craneales, contaminación del aire, aislamiento social y pérdida de visión.
La realidad chilena y un llamado a la acción
En Chile, la situación es particularmente relevante. Cifras de la Encuesta Nacional de Salud 2016-17 del Ministerio de Salud (Minsal) revelan una alta prevalencia de varios de estos factores: un 27,6% de la población presenta hipertensión arterial, un 34,4% obesidad, el 33,4% es fumador activo, y el sedentarismo en el tiempo libre alcanza un alarmante 87%.
«Estos datos muestran una realidad preocupante que puede anticipar un aumento significativo de los casos de demencia en las próximas décadas, considerando además el envejecimiento progresivo de la población chilena», señaló la Dra. Claudia Troncoso, académica colaboradora de la UCSC en el estudio.
La Dra. Troncoso enfatiza la necesidad de una responsabilidad compartida. Mientras en la niñez el cuidado recae en terceros, los adultos y mayores tienen un rol activo en adoptar estilos de vida saludables. Los profesionales de la salud deben promover controles preventivos y educación; las familias, fortalecer hábitos saludables; y el Estado, garantizar acceso a educación, salud y entornos seguros.
«La prevención de la demencia no comienza en la vejez, sino en la infancia. Promover una vida saludable es promover un envejecimiento digno y con mayor bienestar», concluye la doctora en Investigación Gerontológica. Esta publicación es un llamado urgente a diseñar políticas públicas que integren estos factores desde un enfoque geronto-geriátrico.