Menor apego y desarrollo cognitivo: Qué pasa cuando los adultos usan el celular frente a sus hijos

Tiempo de lectura: 2 minutos Una exhaustiva investigación global, encabezada por un científico chileno, advierte sobre los efectos negativos del uso de dispositivos móviles por parte de los cuidadores frente a niños menores de cinco años.
La era digital ha integrado los smartphones en casi todos los aspectos de nuestra vida, pero ¿qué sucede cuando esta omnipresencia interfiere en la interacción con los más pequeños? Esta fue la pregunta que se propuso responder Marcelo Toledo-Vargas, investigador chileno formado en la Universidad de La Frontera (UFRO), en el que se considera el mayor análisis global realizado hasta la fecha sobre el impacto del uso del celular por parte de los padres en presencia de sus hijos.
Los hallazgos, publicados en JAMA Pediatrics –la revista de mayor renombre mundial en salud infantil–, son contundentes y llaman a la reflexión: más del 70% de los padres incurre en esta práctica.
El estudio identifica un patrón claro: cuando los cuidadores principales utilizan sus celulares mientras juegan, comen o simplemente pasan tiempo con sus hijos, se incrementan los problemas de conducta en los menores, disminuye el apego emocional seguro, se deteriora el desarrollo cognitivo y, paradójicamente, aumenta el tiempo de pantalla en los propios niños.
Cuando la pantalla interfiere en la conexión padres-hijos
Este fenómeno se denomina «technoference«, y se refiere a la interrupción sistemática de la interacción cara a cara entre padres e hijos debido a la distracción generada por dispositivos digitales. «El celular se ha vuelto parte del paisaje cotidiano, pero eso no lo hace inocuo», explica Toledo-Vargas.
«Aunque los efectos que observamos son pequeños desde el punto de vista estadístico, el patrón es consistente: los niños reciben menos estímulo, menos respuesta y menos contención emocional cuando sus cuidadores están absortos en sus pantallas», agrega el investigador. Si bien la mayoría de los datos proviene de contextos de altos ingresos, los efectos negativos se mostraron transversales.
El estudio se llevó a cabo a partir de un metaanálisis que revisó más de 6.000 investigaciones internacionales, seleccionando finalmente datos de 21 estudios que involucraron a más de 14.900 niños y niñas menores de cinco años, provenientes de diez países distintos.
Impacto en el desarrollo infantil
El investigador chileno enfatiza que el objetivo del estudio no es culpabilizar a los padres, sino informar y generar conciencia sobre una práctica extendida. «Es comprensible que los dispositivos sirvan para desconectarse del estrés diario. Pero hay momentos cruciales para el desarrollo infantil —como el juego, las comidas o la hora de dormir— en que dejar el celular de lado puede marcar una gran diferencia en la calidad de la interacción y, por ende, en el bienestar del niño», agrega Toledo-Vargas.
Aunque este metaanálisis no incluyó datos específicos de Chile, el equipo UFRO Activate, al que pertenece Toledo-Vargas, ya está trabajando en un estudio local para medir el impacto de la «technoference» en las familias chilenas, un país caracterizado por su alta digitalización.
La conclusión del investigador es un llamado a la reflexión y a la acción: «Los niños no necesitan padres perfectos, pero sí adultos presentes«. Fomentar momentos de interacción libre de pantallas se perfila como una estrategia clave para proteger el desarrollo emocional y cognitivo de la primera infancia en la era digital.