El mundo fungi en Chile y sus beneficios para la salud: Claves para un consumo seguro

Tiempo de lectura: 2 minutos Además de sus usos culinarios, existe una variedad de especies beneficiosas para la piel, el estrés y otros patógenos.
El reino fungi, popular en el mundo de la ficción, va mucho más allá de eso. En Chile, expertos destacan el potencial de los hongos comestibles y medicinales, desde el clásico champiñón hasta el Cordyceps, abordando sus beneficios, riesgos y el creciente interés por su cultivo.
Con más de 144 mil especies a nivel mundial, el reino fungi ofrece una amplia gama de opciones, desde los conocidos champiñones hasta variedades como Shiitake, Cordyceps militaris, Cola de pavo, Melena de león y Reishi. El académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, Fernando Ortiz, destaca los múltiples beneficios de estos hongos adaptógenos, que abarcan desde mejoras en la piel y la reducción del colesterol hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico y la disminución de la ansiedad y el estrés.
Ortiz se refirió a la diversidad de los hongos comestibles en Diario Usach, destacando que estos se caracterizan por sus texturas, sabores, además de ser seguros para el consumo. Entre los ejemplos citados se encuentran los champiñones silvestres, champiñones de París, el Portobello, el Shiitake, los hongos ostra y las trufas.
Estos alimentos aportan fibra, vitaminas, proteínas y son bajos en calorías, carbohidratos y sodio. Además, investigaciones sugieren posibles efectos beneficiosos en el control de la presión arterial, la reducción del riesgo de accidente cerebrovascular e incluso en el tratamiento de enfermedades neurológicas y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, el experto enfatiza la necesidad de mayor investigación para comprender completamente sus mecanismos de acción y validar su eficacia y seguridad.
¿Cómo identificar hongos tóxicos?
Si bien el interés por el cultivo de hongos en casa es creciente, Ortiz advierte sobre la importancia de la asesoría experta. «El mundo de los hongos es fascinante (…) por eso es primordial que se conecten con organizaciones de expertos para asesorarse en el cultivo y eventual uso alimenticio de los hongos». Organizaciones como Fundación Fungi y la ONG Micrófilos son algunos de los ejemplos.
Lamentablemente, a la fecha no existe una manera de identificar la toxicidad de un hongo a simple vista, «de hecho hongos primos del mismo género pueden tener grandes diferencias como el champiñón de París (agraricus bisporus) que es seguro y comestible, mientras que el agraricus xhantoderma es tóxico y aunque no te mata causa intoxicación gastrointestinal de gravedad variable».
Frente a la duda, el académico recomienda «nunca probar un hongo desconocido y siempre acercarse a un especialista antes de manipularlo o consumirlo.
Hongos comestibles y sus beneficios
El consumo de hongos adaptógenos, como Reishi, Chaga y Cola de pavo, en gotas o pastillas, también está en aumento. Se les atribuye la capacidad de ayudar al cuerpo a resistir el estrés, mejorar la concentración y fortalecer las defensas. Ortiz considera seguro su consumo como nutracéuticos, es decir, como complementos de la dieta, pero no como reemplazo de tratamientos convencionales. Pese a que la evidencia sobre sus efectos en enfermedades neurodegenerativas o cáncer es prometedora, aún no es concluyente.
«Es muy importante mencionar que, aunque la evidencia disponible es muy prometedora, se requiere más investigación para entender bien los mecanismos de acción de los hongos y así poder probar su eficacia y seguridad, antes de poder proponer su uso sistemático como tratamiento», advierte el académico.
En cuanto al consumo, además de la comida, existe un abanico de formatos que aprovechan los beneficios de hongos adaptógenos como reishi, chaga y cola de pavo, en gotas o pastillas.
Finalmente, para quienes desean cultivar sus hongos, el experto valora la iniciativa y curiosidad, pero «siempre acompañados por un/una especialista».