Conjuntivitis y blefaritis: ¿Cómo combatir enfermedades oculares este invierno?

Tiempo de lectura: 2 minutos El principal llamado de la académica de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Katherina Pavani, es a consultar con un oftalmólogo ante síntomas como irritación, enrojecimiento y lagrimeo.
Ya comenzó el invierno, lo que trae de la mano el aumento de ciertas enfermedades, entre ellas, las oculares. Entre las más comunes están la conjuntivitis viral, ojo seco y blefaritis, que aumentan significativamente las consultas médicas durante esta temporada.
De acuerdo con la académica de Tecnología Médica Mención Oftalmología de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Katherina Pavani, «el uso intensivo de calefacción reseca el ambiente, lo que reduce la humedad ocular. A esto se suma la menor ventilación en espacios cerrados y el aumento de virus respiratorios que también pueden afectar los ojos».
Tanto el aire caliente como el frío extremo son factores que pueden alterar el bienestar ocular. Mientras que la calefacción reseca el ambiente y disminuye la lubricación natural del ojo, el frío intenso puede causar lagrimeo, enrojecimiento e irritación.
Para evitar esto, la académica recomienda evitar la exposición directa al flujo de aire caliente y, en caso de sequedad ocular persistente, utilizar lágrimas artificiales.
Los virus respiratorios también afectan los ojos
Adicionalmente, los resfríos e infecciones virales respiratorias frecuentes en esta época pueden provocar una conjuntivitis viral, una inflamación de la membrana que recubre el ojo y el interior de los párpados. Esta afección se presenta con ojos rojos, picazón, lagrimeo, sensación de arenilla y secreciones, siendo altamente contagiosa.
«La transmisión suele producirse a través del contacto con las manos u objetos contaminados, por lo que es fundamental mantener una buena higiene, no tocarse los ojos y evitar compartir toallas, lentes o cosméticos», afirma Pavani.
Ante la aparición de estos síntomas, se recomienda consultar con un oftalmólogo para recibir el tratamiento adecuado.
Finalmente, la académica señala que ventilar espacios cerrados, evitar corrientes directas de aire caliente, lavarse las manos frecuentemente, no automedicarse con colirios y consultar a un especialista son la clave para reducir el riesgo de enfermedades oculares.