Terapia CAR-T en Chile: La innovadora apuesta para combatir el cáncer de pulmón a bajo costo

Tiempo de lectura: 2 minutos Un ambicioso proyecto científico, liderado por la UC y cofinanciado por Corfo, busca producir localmente la terapia CAR-T, un tratamiento revolucionario que modifica las propias células del paciente para atacar tumores.
La terapia con células CAR-T es una de las inmunoterapias más avanzadas del mundo. Consiste en modificar genéticamente las células T (un tipo de glóbulo blanco) del propio paciente para que puedan reconocer y atacar las células cancerosas. A pesar de su alta efectividad, su acceso es casi nulo en Chile debido a su elevado precio.
Esto, sin embargo, está por cambiar gracias a un proyecto que busca desarrollar la producción de esta innovadora terapia en el país. La iniciativa tiene como objetivo reducir drásticamente el costo de este tratamiento contra el cáncer y hacerlo accesible para los pacientes en el país, con un foco especial en el cáncer de pulmón.
«Es altamente efectivo pero inaccesible por su alto costo, que puede superar el millón de dólares. El objetivo del proyecto es reducir significativamente ese valor y democratizar el acceso», explica Santiago Barcaza, director del Centro de Innovación en Modelos Biomédicos Experimentales UC (CIBEM), entidad que lidera la iniciativa.
El proyecto, llamado «CAR T Cells en Chile: Nuevas inmunoterapias de innovación», fue cofinanciado por Corfo y busca adaptar el modelo de producción de bajo costo de la Cleveland Clinic al contexto chileno, en un escenario donde la OMS proyecta 35 millones de nuevos casos de cáncer para 2050.
Foco en el cáncer de pulmón: Un desafío para el norte de Chile
Aunque las terapias CAR-T han demostrado éxito en cánceres como la leucemia, el proyecto chileno pone una atención especial en el cáncer de pulmón. Esto responde a la crítica situación de regiones como Antofagasta, que presenta la tasa de mortalidad más alta del país por esta enfermedad, según cifras del Ministerio de Salud.
La iniciativa no solo se enfoca en el factor del tabaquismo, sino también en el aumento de casos en no fumadores, un fenómeno que la ciencia vincula directamente con la contaminación ambiental. Un estudio de 2022 publicado en The Lancet ya advertía que la polución del aire es un factor principal en el alza de este tipo de cáncer.
El desafío es tanto tecnológico como regulatorio. «Esperamos que el primer paciente pueda recibir tratamiento en tres o cuatro años», enfatizó Barcaza. El proyecto contempla instalar una línea piloto de producción y avanzar en la normativa necesaria para su implementación clínica en el sistema de salud chileno.