El 41% de niños y niñas en Chile vive en condiciones que afectan su desarrollo y bienestar

Tiempo de lectura: 3 minutos Un alarmante informe del Observatorio Niñez Colunga y Déficit Cero revela que casi dos millones de menores en el país enfrentan problemas de vivienda, como hacinamiento, materialidad deficiente y entornos inseguros.
La vivienda es mucho más que un techo; es el pilar fundamental donde se forja el desarrollo infantil. Sin embargo, en Chile, esta base se encuentra gravemente comprometida para una parte considerable de la población más joven. Según la nueva agenda «Niñez y Vivienda», presentada por el Observatorio Niñez de la Fundación Colunga y la Fundación Déficit Cero, un alarmante 41% de las niñas y niños del país —cerca de 1,8 millones— vive con al menos un problema habitacional que amenaza directamente su bienestar.
El estudio, que combina el modelo de bienestar infantil con los estándares de vivienda de ONU-Hábitat, fue presentado en un evento que contó con la presencia de las subsecretarias de la Niñez, Verónica Silva, y de Vivienda, Gabriela Elgueta. El documento subraya que las condiciones del hogar impactan de forma duradera en la salud mental, el desarrollo cognitivo y los vínculos afectivos de la infancia.
El impacto directo de la vivienda en el desarrollo infantil
Los hallazgos del informe pintan un panorama crítico. En términos de habitabilidad, 1 de cada 10 niños vive en viviendas con materiales deficientes, mientras que el 13% reside en condiciones de hacinamiento, cifra que aumenta al 18% en la primera infancia. Una de las estadísticas más reveladoras es que el 26% de los niños en edad parvularia no dispone de una cama para su uso exclusivo, lo que afecta su descanso y desarrollo.
El entorno y la seguridad son igualmente preocupantes. El 47% de la niñez vive en barrios con niveles de violencia crítica y más de 84.000 menores residen en campamentos, un 46% más que en 2020. «La situación de muchos niños es de inseguridad e inestabilidad por la violencia. Y los niños, por supuesto, se ven afectados, incluso cuando no son víctimas directas«, señaló la subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva. «Por eso es clave que los espacios públicos sean seguros y que las comunidades vuelvan a apropiarse de ellos», agregó.
La crisis no afecta a todos por igual. El estudio identifica a tres grupos especialmente vulnerables: la niñez en zonas rurales, donde el 19% no tiene acceso adecuado a servicios básicos; la población migrante, con un 45% en viviendas inasequibles; y la primera infancia, que concentra los mayores problemas habitacionales.
Siete medidas para enfrentar la crisis habitacional
Para transformar esta realidad, la agenda «Niñez y Vivienda» no solo diagnostica el problema, sino que propone una hoja de ruta con siete medidas concretas. El objetivo es modernizar la política habitacional chilena con un enfoque centrado en los derechos de la niñez.
Entre las recomendaciones destacan la creación de un sistema integrado de compra, arriendo y subsidios adaptado a las necesidades de las familias, y el fortalecimiento de un programa de arriendo público para hogares jóvenes con niños. Además, se propone mejorar las viviendas existentes con estándares de aislación y ventilación, actualizar la normativa urbana para priorizar la infancia, y recuperar espacios públicos en barrios críticos.
«La crisis habitacional no es solo un problema de vivienda, es un problema de futuro. Cuando niñas y niños crecen en condiciones precarias, estamos hipotecando su desarrollo y, por ende, el del país», enfatizó Trinidad Vidal, directora de Políticas Públicas de Déficit Cero. «Invertir en vivienda adecuada para la niñez es invertir en el capital humano de Chile. Si no lo enfrentamos hoy, las nuevas generaciones cargarán con los costos de una infancia sin casa, sin descanso y sin dignidad», añadió.
El informe concluye con un llamado urgente a considerar la niñez y la vivienda como una prioridad transversal y ética, instando a que estas propuestas se integren en las políticas públicas de los próximos años para asegurar un futuro más justo para todos los niños y niñas en Chile.