Académico chileno desarrolla prebiótico a partir del suero de lactosa

Tiempo de lectura: 2 minutos El proyecto, liderado por el académico de la Universidad de Santiago (Usach), Dr. Carlos Vera, tiene como principal desafío producir y purificar epilactosa, un carbohidrato derivado de la lactosa.
En un esfuerzo por optimizar la salud intestinal, el académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Dr. Carlos Vera, lidera un innovador proyecto que busca optimizar la producción de epilactosa, un carbohidrato derivado de la lactosa, con el objetivo de crear un prebiótico.
La lactosa, un carbohidrato natural presente en la leche de mamíferos, constituye uno de los azúcares más utilizados en la industria alimentaria. Aunque se obtiene en grandes cantidades y a bajo costo, su uso es limitado debido a la alta incidencia de intolerancia que afecta a gran parte de la población, lo que genera excedentes con bajas aplicaciones industriales y problemas de acumulación a nivel global.
La producción de quesos genera grandes volúmenes de suero lácteo, un líquido rico en lactosa que suele considerarse un problema ambiental, implicando mayores costos para las empresas. En este escenario, el investigador busca la oportunidad de revalorizar este subproducto.
Innovación con ADN chileno
En detalle, la propuesta radica en utilizar la lactosa presente en el suero lácteo para transformarla en ingredientes funcionales de alto valor, como los prebióticos. Con este avance, se podrían reducir los impactos ambientales y convertir un residuo costoso en un recurso útil para la industria alimentaria y farmacéutica.
«Desde hace 15 años, nuestro grupo de investigación trabaja en desarrollar estrategias para revalorizar la lactosa, un residuo industrial que se genera principalmente en la producción de quesos. Existe un excedente importante de lactosa en el mundo porque tiene pocas aplicaciones industriales, y nuestro objetivo es encontrar formas de aprovecharla mejor», detalló el Dr. Carlos Vera.
Para lograr la producción, el proceso contemplará desde la conversión enzimática con enzimas especializadas, hasta la separación y purificación del producto final, donde se requerirán técnicas como la cristalización selectiva y la fermentación con microorganismos beneficiosos.
«La epilactosa es un isómero raro de la lactosa con potencial efecto prebiótico. Aunque se sabe que podría favorecer el crecimiento de microorganismos beneficiosos como lactobacilos y bifidobacterias, todavía se ha estudiado poco debido a su alto costo de producción. Nuestro objetivo es generar suficiente cantidad para poder evaluar sus beneficios en etapas posteriores», explicó el académico.
Impacto en la salud y próximos pasos
En esa línea, el reto científico de la investigación es la producción y purificación de la lactosa, considerando que, a nivel global apenas existen cerca de 90 publicaciones sobre su producción.
«Es un carbohidrato poco frecuente en la naturaleza, por lo que el desafío no es sólo producir epilactosa, sino también lograr su purificación. Una cosa es generarla, pero quizás más importante es poder separarla de la lactosa, algo en lo que casi no se ha investigado y que representa un desafío tecnológico clave que nuestro proyecto busca abordar en estos cuatro años», enfatizó.
Para el investigador, este tipo de investigación abre nuevas oportunidades con la industria, generando mayor conciencia sobre la relevancia de agregar valor a los subproductos y explorar su potencial.