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Estudio afirma que la contaminación del aire en Santiago amenaza la salud cerebral y la memoria

Estudio afirma que la contaminación del aire en Santiago amenaza la salud cerebral y la memoria

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Tiempo de lectura: 2 minutos Un estudio liderado por científicas del Núcleo Milenio de Neuroepigenética y Plasticidad (EpiNeuro) y la Universidad Andrés Bello ha establecido una preocupante conexión entre la polución atmosférica y el deterioro cognitivo.

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Un reciente estudio relaciona la alta contaminación atmosférica de la capital y el deterioro de la salud cerebral. La investigación, realizada por expertas del Núcleo Milenio de Neuroepigenética y Plasticidad (EpiNeuro) y la Universidad Andrés Bello, advierte sobre los riesgos a largo plazo, incluyendo una posible vinculación con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

El estudio se enfocó en cómo la exposición a la contaminación del aire –proveniente del tráfico, la actividad industrial y la quema de combustibles– impacta en el cerebro y la memoria. Para ello, se utilizó un modelo experimental expuesto a las condiciones ambientales del centro de Santiago, una zona conocida por su elevada concentración de partículas.

«Analizamos cómo la contaminación del aire afecta el cerebro y la memoria. Para ello usamos un modelo experimental expuesto a la contaminación ambiental del centro de Santiago, una zona con alta concentración de partículas en el aire», explicó la Dra. Brigitte van Zundert, co-líder de la investigación y científica de EpiNeuro y la Universidad Andrés Bello.

Tras siete meses de exposición, los resultados fueron claros y preocupantes. «Observamos que la contaminación afectó negativamente la memoria, además aumentó la ansiedad y provocó comportamientos relacionados con la depresión y la pérdida de interacción social», añadió la Dra. Lorena Varela-Nallar, también científica de las mismas instituciones.

A nivel celular, la exposición prolongada generó una respuesta inflamatoria en las neuronas y otras células cerebrales, concentrándose especialmente en el hipocampo, una región crucial para la formación y recuperación de la memoria.

«Investigando a nivel molecular, descubrimos que la contaminación induce cambios en marcas epigenéticas asociadas al ADN, es decir, modificaciones químicas que regulan la activación o silenciamiento de genes. Estas marcas funcionan como ‘interruptores’ que controlan la expresión génica. Cuando estas marcas disminuyen o se alteran, los genes pueden activarse inapropiadamente, causando daños y afectando el funcionamiento cerebral», detalló la Dra. van Zundert.

Llaman a adoptar medidas para reducir la contaminación

Un aspecto crucial del estudio es la posible relación de estos cambios con problemas emocionales y de memoria, y a largo plazo, con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas.

La Dra. Varela-Nallar destacó que un estudio anterior de su laboratorio, al analizar muestras cerebrales de adultos jóvenes en Ciudad de México –una urbe con niveles de contaminación similares a Santiago–, encontró daños en el ADN y en las mismas marcas epigenéticas. Además, detectaron la presencia de la proteína tau hiperfosforilada y placas beta-amiloide, marcadores distintivos del Alzheimer.

De acuerdo con la investigación, vivir en zonas con alta contaminación del aire puede incrementar significativamente el riesgo de futuros problemas cerebrales y de memoria. No obstante, un dato alentador es que la temporada invernal de 2025 se ha posicionado entre las tres con mejor calidad del aire en la Región Metropolitana, lo que representa una menor exposición para los habitantes de Santiago este año.

Para mantener y mejorar esta tendencia, los expertos reiteran la importancia de adoptar medidas para reducir la contaminación, como preferir el transporte público eléctrico, caminar o usar la bicicleta en lugar de vehículos particulares, contribuyendo así a la salud ambiental y cerebral.


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