Salud mental en Chile: Más de un millón de personas ignora la necesidad de tratamiento

Tiempo de lectura: 2 minutos Pese a la efectividad comprobada de los tratamientos, cerca de 1,3 millones de chilenos con síntomas de problemas de salud mental no buscan ayuda profesional, según el último «Termómetro de Salud Mental Achs-UC».
La salud mental en Chile enfrenta un desafío masivo: más de un millón de personas con sintomatología no consulta con un profesional. Esta cifra, extraída de la undécima versión del «Termómetro de Salud Mental en Chile Achs-UC», elaborado por la Achs y el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, subraya una realidad donde el 69,7% de quienes padecen problemas emocionales no buscan o no pueden acceder a ayuda especializada. La magnitud es comparable a los casos de depresión y ansiedad, que también superan el millón de afectados.
Daniela Campos, jefa de Riesgos Psicosociales de la Achs, destaca que esta baja percepción de la necesidad de consultar es una constante desde 2022, lo que obliga a redoblar los esfuerzos para fortalecer el acceso a la salud mental y derribar las barreras de entrada. Paradoxalmente, el estudio también revela un alto nivel de satisfacción y mejoras significativas entre quienes sí acceden a tratamiento.
La Dra. Antonia Errázuriz, directora de Salud Mental, Comunidad y Bienestar UC, explica que la principal razón para este fenómeno radica en la «conducta de búsqueda de ayuda«. Las personas pueden experimentar malestar sin etiquetarlo como un problema de salud mental, normalizándolo o esperando hasta que los síntomas sean severos e incapacitantes. A esto se suman factores como las barreras de acceso, el persistente estigma asociado a la consulta, las estrategias de afrontamiento personales y elementos culturales.
Barreras de acceso
David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, enfatiza que, si bien la política de salud pública busca mejorar el acceso, el núcleo del problema reside en la falta de información y educación. «La gente no reconoce los síntomas ni la necesidad de consultar a un profesional», señala Bravo.
El «Termómetro de Salud Mental» también desglosa las razones para no consultar, incluso sintiendo la necesidad. La «dificultad de acceso» encabeza la lista con un 76,3%, abarcando la falta de recursos financieros, cobertura, dificultades de agendamiento o transporte. Aunque esta cifra disminuyó 20 puntos porcentuales respecto al año anterior, sigue siendo la barrera principal.
La «alfabetización en salud mental«, es decir, la falta de conocimiento sobre dónde y a quién acudir, ocupa el segundo lugar (20,2%), mientras que un 15,6% confía en que su problema mejorará solo o prefiere enfrentarlo por sí mismo, una cifra que cayó drásticamente en 35 puntos porcentuales en el último año.
Brechas de género
El estudio evidencia una marcada brecha de género en la búsqueda de ayuda. Las mujeres consultan y están en tratamiento en una proporción casi el doble que los hombres (21,8% vs 11,2% en consultas, y 15,3% vs 7,4% en tratamiento). También se duplica la proporción de mujeres que recibe medicamentos por problemas emocionales. Sin embargo, la percepción de eficacia y mejora del tratamiento no muestra una brecha de género, con resultados positivos para ambos sexos.
De hecho, la mejoría, medida por sentirse «bastante o muy bien«, es incluso mayor en hombres (58 puntos porcentuales) que en mujeres (41 puntos porcentuales) después de iniciar un tratamiento. Este dato resalta la importancia de que todas las personas, sin distinción, comprendan los beneficios de abordar sus problemas emocionales.
Paulina Calfucoy, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la Achs, subraya la urgencia de crear «condiciones reales para que pedir ayuda no sea un privilegio, sino una opción disponible para todos«.