Estudio advierte que incendios forestales contaminan un 21% más de lo estimado
Tiempo de lectura: 2 minutos Una investigación internacional revela que las emisiones de compuestos orgánicos derivados de incendios forestales y quemas controladas han sido subestimadas durante décadas.
Un estudio liderado por la Universidad de Tsinghua, en China, concluye que los incendios forestales emiten cantidades de gases y partículas contaminantes «sustancialmente mayores» a las calculadas previamente. Según la investigación publicada en la revista científica ACS’ Environmental Science & Technology, la contaminación del aire provocada por estos eventos ha sido subestimada durante décadas, con estimaciones que ahora se elevan en un 21% por sobre los registros actuales.
Este nuevo análisis pone el foco en componentes que hasta ahora pasaban desapercibidos en los modelos de calidad del aire. Lyuyin Huang, investigador de la Facultad de Medio Ambiente de Tsinghua y primer autor del estudio, señala que este incremento en las estimaciones de compuestos orgánicos es fundamental para entender el impacto real de los incendios en la atmósfera terrestre.
Históricamente, los estudios sobre incendios se han centrado en los Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC), gases que se liberan masivamente durante la quema de biomasa. Sin embargo, el equipo dirigido por Shuxiao Wang identificó que gran parte de la contaminación omitida proviene de los compuestos orgánicos intermedios y semivolátiles (IVOC y SVOC, respectivamente).
El peligro de los compuestos IVOC y SVOC
A diferencia de los gases comunes, estos compuestos tienen una mayor facilidad para condensarse y formar partículas finas en el aire, las cuales son altamente perjudiciales para la salud humana al ser inhaladas. «La mayoría de los estudios anteriores pasaron por alto los IVOC y los SVOC debido a su complejidad química y la dificultad para medirlos en grandes volúmenes», explica el informe.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron una base de datos global de áreas quemadas en bosques, pastizales y turberas entre 1997 y 2023. Al cruzar estos datos con experimentos de laboratorio y mediciones de campo, calcularon que los incendios liberaron un promedio de 143 millones de toneladas de compuestos orgánicos al año. Esta cifra sugiere que el impacto tóxico de los incendios forestales, especialmente en términos de partículas finas, es mucho más severo de lo que se creía.
Un desafío global para la salud y las políticas climáticas
El estudio también logró geolocalizar los «puntos calientes» de esta contaminación. Las regiones de Asia ecuatorial, el sudeste asiático y los países del hemisferio norte en África se identificaron como zonas críticas donde los incendios forestales y la actividad humana convergen, creando escenarios de calidad del aire extremadamente complejos.
Uno de los hallazgos más reveladores es la comparación con las emisiones antropogénicas (causadas por el hombre, como la industria y el transporte). Si bien las actividades humanas generan una mayor cantidad de gases en términos generales, según el estudio, los incendios forestales liberan cantidades equivalentes de IVOC y SVOC. Esto significa que, durante las temporadas de incendios, la naturaleza —potenciada por el cambio climático— puede igualar la carga contaminante de las grandes metrópolis.
«Este inventario proporciona una base para una modelización más detallada de la calidad del aire, la evaluación de riesgos para la salud y el análisis de políticas relacionadas con el clima», asegura Huang.