Tecnología astronómica es usada por la ciencia forense chilena para analizar traumas óseos
Tiempo de lectura: 2 minutos La herramienta de alta precisión se ha convertido en un aliado clave para una investigación liderada por la estudiante de la Universidad de Chile, Javiera Olivares, que busca entender cómo el agua y los sedimentos alteran la evidencia en restos humanos óseos.
En los pasillos del Laboratorio de Ondas Milimétricas y Submilimétricas de la Universidad de Chile (MWL), un instrumento de alta tecnología se ha convertido en el epicentro de una colaboración científica sin precedentes. El perfilómetro del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), una herramienta creada para asegurar la perfección de componentes astronómicos, está siendo utilizado para resolver interrogantes cruciales en el campo de la antropología forense, algo que hace un tiempo parecía impensado.
Este cruce de caminos entre la observación del cosmos y el análisis de la historia humana demuestra el potencial de la transferencia tecnológica en Chile, una de las misiones del CATA. La capacidad del perfilómetro para medir superficies con una precisión micrométrica, esencial para la construcción de antenas y guías de onda de radiotelescopios, ha encontrado una aplicación inesperada y de gran valor en el análisis de traumas óseos.
Del cosmos al análisis de la evidencia
El perfilómetro es una pieza clave en el laboratorio dirigido por el investigador asociado de CATA y académico reconocido por su trabajo en el desarrollo de instrumentación astronómica, Ricardo Finger. Su uso principal es verificar que los componentes de los telescopios cumplan con tolerancias mínimas para garantizar observaciones nítidas del universo.
«El perfilómetro es una herramienta que permite medir con altísima precisión la topografía de una superficie, detectando incluso las más pequeñas rugosidades o marcas«, explica el Ingeniero Senior y Encargado del Laboratorio del CATA, Franco Curotto.
Sin embargo, esa misma capacidad de detectar microvariaciones es la que ha llamado la atención de otro campo científico: la antropología forense. La estudiante de quinto año de Antropología Física en la Universidad de Chile, Javiera Olivares, encontró en este equipo la pieza que le faltaba para su tesis de pregrado. Su investigación se enfoca en un problema clave para la criminalística: cómo la exposición a ambientes fluviales, como ríos o humedales, afecta las marcas de trauma en huesos humanos.
Una nueva frontera para la ciencia forense
La investigación de Olivares, guiada por la profesora del Departamento de Antropología, Constanza Torres, busca determinar si la abrasión causada por el agua y los sedimentos puede borrar o modificar huellas de cortes, impactos u otras marcas que son cruciales para identificar, por ejemplo, el tipo de arma utilizada en un crimen. «El perfilómetro nos permite capturar la superficie del hueso antes y después de haber estado sumergido en agua con sedimentos», detalla Javiera.
Para su estudio, somete fragmentos óseos a simulaciones de inmersión por períodos de 24, 48, 72 y 96 horas. Posteriormente, el perfilómetro escanea las muestras y genera un modelo tridimensional detallado que revela cualquier alteración topográfica. «Sin este nivel de precisión, esos detalles podrían perderse», afirma la estudiante.
«Cuando fui al laboratorio de Cerro Calán y conocí el perfilómetro, me sorprendió que algo pensado para piezas metálicas o acrílicas de telescopios pudiera ser útil también para huesos humanos. Pero tiene todo sentido. Al final, una superficie ósea también tiene relieves, texturas, rugosidades y es eso lo que buscamos entender», relata Javiera.
Con la finalización de su investigación proyectada para diciembre de este año, los resultados de Javiera Olivares prometen aportar conocimiento valioso para la ciencia forense.